Nunca se olvida el arte de tejer mundos en las estrellas,
de tener la luna dentro de la cabeza...
y en mi cabecita siempre hay luna llena...

lunes, 31 de enero de 2011

JITANJÁFORA 7: Jitanjáforas irónicas

Domingo, 30 de Enero de 2011
El SÉPTIMO programa. 
JITANJÁFORA IRÓNICA


Ya van siete, siete van. El número de las brujas. Noche fría donde las haya, pero desde la enredadera nos propusimos acompañaros con nuestras voces para que no lo fuese tanto.

Tras la ya consagrada sintonía de la sección, con la maravillosa voz de Billie Holiday de fondo, tuvimos en nuestro apartado de recomendaciones de libros, a Nacho Escuín y Almudena Vidorreta de la editorial Eclipsados:
          Nacho Escuín nos recomendó "CALDERILLA" de Raúl García
         Almudena Vidorreta nos habló de la REVISTA ECLIPSE donde todos vosotros podéis participar, sin más que envíar un mail a revistaeclipse@hotmail.com.

Muchos estabáis esperando este programa, pues en él teníamos algunas colaboraciones para el reto planteado de la PROSOPOPEYA. Esto fue lo que nuestros amigos compartieron con nosotros mientras escuchábamos "My favourite Things" versionada por John Coltrane:

ANÓNIMO
sentí como la niebla me andaba por la piel e iba sembrando semillas de rocío a voleo y me calmaba tu voz de sol que me había dejado ardiente y sonrosado

DANI GARCÍA NIETO
La sirena despertó de su letargo bramando en sueños como un mulo apaleado. Una segunda replicó desde la espesura y otras se unieron al diálogo. En un minuto la charla se tornó insoportable.

-“Son Los Morlocks”-dijo la muchacha- .”Vienen a por nosotros”•

SANTIAGO BLASCO-INDALECIO

Hola, mírame, hola. Me canso de saltar a tu alrededor. Ahora estoy tumbada boca arriba, dame unas palmadas en la tripera, aunque sea con el pie. ¡Hazme caso! .Estoy aquí venga a hacer payasadas, mi dignidad tirada literalmente por el suelo y tu ni caso. ¿quieres dejar de mirar al infinito?. No te voy a morder porque eso se os da mejor a las personas, pero si pudiera hablar te pondría de vuelta y media, desustanciao.

JUANFER BRIONES-ARTLAND
El trabajo se alargó hasta entrada la noche. Una noche que se deslizaba
agónica por sobre nosotros, inundándonos, empujándonos, llevándonos mas
allá.

ALEJANDRO CASTRO SAURAS
"Las cuerdas vocales de aquella guitarra se olvidaron de llorar. Cuando recordaron la sensación de las lágrimas recorriendo su férreo corazón, no supieron contenerse. Se oxidaron, quedaron afónicas para siempre… (Cuidado, demasiado R&R, puede matar el alma)".

REBEKA ARAKNÉ-LADYSADE
Esta es la historia de alguien que nunca dejó de soñar. Alguien que encontró en las montañas esas confidentes que nunca halló en ojos ajenos. Alguien que supo sonreír a las piedras, y que recibió el abrazo de las hojas secas. Una historia demasiado corta para contarla y demasiado larga para olvidarla.


En la tercera parte del programa hablamos un poco de la literatura irónica. Lo que es. Algún ejemplo. Su poder. El Castro nos recomendó la música para amenizar: "Ironic" de Alanis Morissete.




Os dejo con el CUENTO "LA OBRA MAESTRA" , ligeramente irónico:
(Música de fondo "Arabesque" de Debussy)


LA OBRA MAESTRA
Miro el libro que hay en el escaparate sin poder creer lo que veo. Sin poder creer que lo haya escrito mi ex mujer. De todas formas no se le escapa a la vista ni a la inteligencia que es un aborto, un insulto a la literatura. Ella jamás ha entendido el significado de esa palabra. Decía que quería escribir, pero sólo porque pretendía imitarme. Hasta se apuntó a cursos y participó en algún concurso, ganando algún premio de poca monta para profanos. Nunca comprendió que yo estaba por encima de todo eso.

La conocí demasiado joven. Ya entonces, siendo un adolescente imberbe, yo tenía muy claro que quería escribir. Así que procuraba vivirlo todo con la mayor intensidad posible, pues no se puede ser un buen escritor sin haber primero experimentado las cosas. No sé como no me dí cuenta antes de su falta de apoyo. No entendió mis sueños nunca, y trató de anularlos a base de sepultarlos en rutinas y obligaciones. Incluso fue ella la que me forzó a buscar trabajo para comprar un piso cuando se quedó embarazada. Ahora entiendo que me tenía envidia. Por eso ahora se ha propuesto humillarme con su supuesto libro. Es tan sólo otra forma más de intentar ser un obstáculo en mi camino. Pero con esto no consigue sino hacerme sonreír irónicamente. Mil escritos suyos no podrían hacer sombra al más simple pensamiento mío.

Un “estorbo” le dijo al juez que era. Ella sí que era un estorbo. Por su culpa pasaba los días sin poder escribir nada. Por su culpa todos aquellos años fueron perdidos, y no pude cumplir mi sueño de publicar. Qué si haz esto, qué si haz lo otro. Qué si yo también necesito mi espacio. Qué si tú no eres el único que tiene inquietudes. Todo eran inconvenientes. Mi presencia en la casa estoy seguro de que era vista como una especie de tortura. De forma que cuando me dijo que quería el divorcio me pareció una idea estupenda. Así tendría más tiempo. Así podría por fin centrarme en mis procesos creativos sin la perturbación del sonido de la aspiradora o las quejas de esa voz chillona cuando regresaba del trabajo y me encontraba inmerso en la planificación de mi novela.  Nunca entendió que necesitaba del espacio y del silencio. Puso mala cara cuando me despidieron. Sin embargo era una oportunidad de oro. ¿Cómo es que no lo entendía? Terminaba demasiado tarde de trabajar, y demasiado cansado, como para ponerme a escribir al llegar a casa. Aprovecharía el paro para materializar por fin esa obra maestra que llevaba en la cabeza.  Lo malo es que no contaba con los ruidos de los vecinos. Salía a pasear para airear la cabeza. Pasaba gran parte del día en la calle, pues necesitaba documentarme y observar sitios que utilizar de fondo para la acción. Cuando volvía a toda prisa porque se me había ocurrido la escena perfecta, ella regresaba al poco tiempo, me miraba con la cara ajada de mala leche, y a mala leche se ponía a hacer sus quehaceres, molestándome todo lo que podía, a base de rezongar, de renegar, de mover las cosas con brusquedad, de arrastrar los muebles por el suelo, llamándome vago y parásito a gritos. ¡Así era imposible concentrarse!.

Me marché a vivir a la cabaña que tenía en el pueblo, dejando que se quedara con el piso, con el coche y todo lo demás. ¿Qué más quería? A mí me sobraba con tener espacio para componer frases, inventar diálogos, crear personajes, confeccionar situaciones. El frío me atenazaba las manos por las mañanas, así que, aunque mi mejor momento es el amanecer, me quedaba en la cama para reordenar los capítulos que imaginaba mientras observaba a la gente con un vino en el bar por las noches. Es tarea indispensable observar a la gente, analizar sus gestos en las distintas situaciones de la vida, para que luego los personajes de ficción sean reales a ojos del lector. Me faltaba tiempo por culpa de tener que cuidar el huerto para poder comer. Si hubiese podido contratar a alguien que me arreglara la casa y guisara, entonces todo habría sido distinto. Sin embargo, a pesar de los contratiempos, era optimista; estaba seguro de que al día siguiente, cuando me sentara ante el papel, no vendría ningún pájaro a estorbar con su canto.

Parezco un pasmarote aquí delante del escaparate. Pero es que no puedo creer lo que veo. No puedo creer su torpe forma de venganza. Desde luego no pienso leerlo. Seguro que está lleno de filosofadas de perogrullo y frases empalagosas de serie romántica para mujeres vacías. Mejor me voy al asilo, porque ahora sí, ahora en la residencia he encontrado el lugar perfecto para escribir. ¡Y se va a enterar! Se enterarán todos lo que no han creído en mí. ¡Sobre todo ella! ¡Ahora se va a arrepentir! Porque lo que tengo en la cabeza es una auténtica obra maestra.

Nos despedimos escuchando "Satin Doll" de Duke Ellington.

¡¡Besiños!!
APOLONIA

miércoles, 19 de enero de 2011

JITANJÁFORA 6: Jitanjáforas de seducción. Literatura erótica.

Domingo, 16 de Enero de 2011
El SEXTO programa. 
JITANJÁFORA DE SEDUCCIÓN: LITERATURA ERÓTICA




Muchos y muchas me han pedido que hablase en Jitanjáfora de literatura erótica, así que aquí tenéis la primera entrega... porque habrá más, ;). Pero también tuvimos más cosillas:

en nuestro apartado de recomendaciones de libros:
          Oscar Sipán de TROPO EDITORES nos recomendó "lA HIGUERA" de Ramiro Pinilla
        




Y yo misma, tras hacer un breve repaso histórico del género literario "erótico" y contar algunas cosillas de Anaïs Nin, recomendé también un par de lecturas:






"El amante de Lady Chaterlay" de D.H. Lawrence

"Lost girls" de Alan Moore y Melinda Gebbie


Se planteó el reto de la prosopopeya de nuevo. Lo tenéis AQUÍ    ;)


Os dejo con el DIÁLOGO PICANTÓN A TRES VOCES que me ayudaron a leer Nacho y Pati (¡gracias chicos! ;) ) :

PABLO: ¿Os apetece otra copa chicas?
CARLA: A mí sí que me apetece.
ELENA: Yo también me tomaré otra. Pero más flojita. Empiezo a hundirme en el sillón.
CARLA: Yo noto como me suben los colores. Pero por una más…
PABLO: Venga otra entonces. Aún es temprano y mañana no tenemos que madrugar ninguno.
ELENA: Además, hacía mucho que no hacíamos esto. ¿Cuánto hace desde que viniste la última vez a casa? ¿Seis meses?
PABLO: Como ahora tienes tanta vida social…
CARLA: Pues puede que haga seis meses, sí… Madre mía como pasa el tiempo…Y tú no seas cínico.
PABLO: Pero si es verdad. Desde que estás soltera es casi imposible quedar contigo.
CARLA: No es cierto. No exageres.
ELENA: Estoy con él.
CARLA: No me digáis que me habéis invitado a venir para echarme la bronca por salir demasiado.
PABLO: No mujer. Sólo queríamos ver a nuestra amiga.
ELENA: A nuestra amiga y sus piernas.
PABLO: Cierto, y sus piernas.
CARLA: ¿Mis piernas? ¿Me estáis tomando el pelo?
PABLO: No, no es eso.
ELENA: Venga cuéntaselo.
CARLA: Eso, venga, cuéntamelo.
PABLO: Es una tontada… Es que el otro día vimos a tu ex en el super, nos dijo de tomar una cerveza y se pasó el rato hablando de ti, de tus piernas y de tus medias de seda negra.
ELENA: Está trabajando de cartero, ¿lo sabías?
CARLA: Y también sé que me sigue a casa cuando salgo de currar, dos o tres veces a la semana. Pero hago como que no me doy cuenta.
ELENA: Eso también nos lo dijo. Creo que sigue enamorado de ti. No paraba de decir lo guapa que eres, lo sexi que eres, lo provocativamente que caminas…
CARLA: Para, para. No me interesa. Mientras estuvimos casados no supo verme. Que me mire ahora todo lo que quiera, pero a distancia. Ese tren ya lo ha perdido. Estoy muy bien como estoy. No me arrepiento de nada.
PABLO: Creo que te sigue para ver si son ciertos los rumores.
CARLA: ¿Qué rumores?
ELENA: ¿Cuántos amantes tienes?
CARLA: ¿Esos son los rumores?
PABLO: Básicamente. Dicen que tienes varios amantes, todos casados.
CARLA: ¿Dicen? ¿Quién lo dice?
ELENA: Todo el mundo, ya sabes.
CARLA: No, no sé.
PABLO: Bueno, pero ¿es cierto?
CARLA: Es posible.
ELENA: Eso es un sí.
PABLO: Vamos, cuéntanos. Tenemos curiosidad.
CARLA: ¿Para eso me habéis invitado?
ELENA: En parte sí. Pero también nos apetecía verte. Saber como te va.
CARLA: Pues me va estupendamente. Y sí, tengo varios amantes, y todos están casados. Me gusta que estén casados, así no me complican la existencia.
ELENA: ¿Varios?
CARLA: Varios. ¿No me iréis a juzgar ahora? Vosotros precisamente…
PABLO: Ya sabes que pensamos que la fidelidad está sobrevalorada, así que no, no te vamos a juzgar.
ELENA: Venga cuenta.
CARLA: ¿Qué quieres que cuente?
ELENA: Pues no sé… ¿los conocemos?
CARLA: Están casados. Ellos no me complican a mí, y yo no les complico a ellos. Así que no os voy a decir quienes son.
PABLO: ¿Y por qué varios?
CARLA: Se complementan.
ELENA: ¿Cómo que se complementan?
CARLA: Uno es tímido, de ego frágil, y me trata como a una princesa. Otro me lleva a hoteles lujosos y restaurantes caros. Hay uno que es todo sexo, al que le gusta jugar conmigo y provocar situaciones extravagantes… Un poco de todo.
ELENA: ¿Qué situaciones extravagantes?
CARLA: Nada del otro mundo. Le gusta que quedemos en sitios poco habituales, y hagamos como que no nos conocemos. Que juguemos a ponernos cachondos el uno al otro en público sin que nadie más que nosotros se de cuenta, …
PABLO: ¿Por ejemplo?
CARLA: Por ejemplo, haciéndome tener un orgasmo sentada a la mesa de la cafetería de un hotel mientras hablamos por teléfono, él en otra mesa, en la otra punta, seguirme luego al ascensor, y después salir cada uno por una puerta como si no nos conociéramos.
ELENA: ¿Has tenido un orgasmo sentada a la mesa de una cafetería y nadie se ha dado cuenta? Anda ya…
CARLA: No tienes por qué creerme… Vosotros habéis preguntado.
PABLO: Y ¿cuál ha sido la situación que más morbo te ha dado?
ELENA: ¿Te parece poco morboso correrse en público?
PABLO: Estoy seguro de que eso no es lo que más morbo le ha dado.
CARLA: Tienes razón. Además no fue con el hombre sexo. La primera vez que quedé con el tímido nos encontramos en una iglesia. Os aseguro que aquello sí que me puso a cien.
ELENA: ¿En qué iglesia?
CARLA: Una que tiene muchas obras de arte y que no está muy concurrida.
¿Qué importa cuál fuera?
PABLO: Follastéis en la iglesia.
CARLA: No hombre no. Aunque no habría estado mal. Pero ya he dicho que fue con el tímido. La cosa fue mucho más sútil.
PABLO: ¿Qué pasó entonces?.
CARLA: Me quité las bragas detrás de un confesionario, se las pasé disimuladamente, se las metió dentro de los pantalones, y luego estuvimos viendo los cuadros, yo sin bragas, y él con relleno en el pantalón de satén rojo y perfume de violetas.
ELENA: joder…
CARLA: Lo de joder vino fue después…
PABLO: ¿Y……. has hecho algún trío?
ELENA: Eso…. me interesa…
CARLA: Pues no, no he hecho ningún trío.
PABLO: Y….. ¿te gustaría?
CARLA: ¿Por qué no?. Me gusta probar cosas nuevas.
(Unos segundos de silencio)
ELENA: Creo que me voy a poner otra copa. 

¡¡Besiños!!
APOLONIA

domingo, 16 de enero de 2011

RETO: PROSOPOPEYA

En "JITANJÁFORA 5" planteé un reto: hacer una prosopopeya.

Para quien no lo tenga muy claro, según la RAE, una Prosopopeya es:

"Figura que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados, o a los seres irracionales las del hombre."

Yo puse como ejemplo: ¿Qué pensará la farola que hay en la esquina de tu calle al verte pasar todas las mañanas de madrugada para irte a trabajar? Me inspiró esta foto de V. Monahan:




Venga, animaos a participar. Todo vale. Yo puse el ejemplo de la farola, pero dejad volar la imaginación. Ya sabéis que leeré todos los textos en antena. Tenéis de tiempo para enviarlos hasta el  martes 25 Enero. ¡No más de 50 palabras!, para que haya espacio para todos.


¿Qué cómo me los podéis hacer llegar?
Los podéis dejar aquí en forma de comentario, o mandando un mensaje, ya sea a través del facebook (para quienes seáis mis amiguitos), o a través del correo electrónico a cualquiera de las direcciones siguientes, indicando en el asunto "Colaboración Jitanjáfora: prosopopeya":


esencialsiempre@gmail.com
laenredadera@nodo50.org


También podéis dejarlo en la página web de "La enredadera". Tenéis el enlace aquí al ladito, pinchad encima y ya está.


Besiños!!


APOLONIA

sábado, 15 de enero de 2011

JITANJÁFORA 5: William Faulkner

Domingo, 02 de Enero de 2011
El quinto programa. 
WILLIAM FAULKNER



¡FELIZ TODO!
Para acertar con todos... jejejejeje
El primer programilla del año de "la enredadera" en radio topo. Con problemas de sonido y cansancio a las espaldas, pero con buen humor y buen rollito como siempre.


Jorge Deprá y Julio Espinosa Guerra, ganadores del XXV Certamen, de narrativa y poesía respectivamente, del premio Isabel de Portugal, nos hicieron sus recomendaciones de lectura.
          Jorge Deprá nos recomendó "Nocilla Dream"
          Julio Espinosa Guerra nos recomendó:
                                                                         "La dispersión" de Dolan Mor y 
                                                                         "Lausana" de Antonio Soler


Nuestros colaboradores nos enviaron tres deconstrucciones de textos para el RETO de escribir un poema dadaísta:


PATI

Texto inicial:
El Ebrobús iba lleno cuando "un golpe de viento le sacó del canal de navegación y le condujo hacia una zona de menos calado y en la que había una roca y varios troncos". El capitán trató de evitar colisionar con el puente pero no pudo evitar que la embarcación quedara inmovilizada.

Texto dadá:

Iba inmovilizada
Ebrobús un navegación
Condujo embarcación
Menos viento
de cuando quedara canal
colisionar
varios capitán
una hacia puente
evitar calado, roca, golpe.
Sacó troncos la.
Una zona evitar
con que
pero trató...
El de el
y en El
Pudo. Había de.
Y le del
le la de que
lleno no
y...


SANTIAGO BLASCO alias INDALECIO
 

Texto inicial:
Llevo muchos días viendo pasar a esa chica. De mañana no pasa, le haré un regalo.
-Hola, esto es para tí.
-Creo que te confundes, esto es una baraja de tanques
-Al panzer no hay quien le gane pero si no te gusta la puedes cambiar por una de aviones.
-Hasta luego.
-¡¡Te dejas a baraja!!
Texto dadá: 
Muchos mañaana para regalo 
pero no creo 
llevo dias 
la gusta chica hasta de aviones dejas te pasar 
esa luego 
esto puedes te 
no al tanques hare te esto 
si confundes quien panzer baraja 
hola pasa ti viendo es un cambiar 
hay una no baraja que de 
por gane una 
la le dele es.

V. MONAHAN
Texto inicial:
"Los disturbios empezaron en la medianoche del sábado, cuando los convictos comenzaron a romper ventanas
y a provocar incendios tras negarse a que se les hicieran pruebas de ingestión de alcohol.
Varios edificios quemados son el balance de una revuelta protagonizada en las últimas horas por en torno a 40 presos de la prisión inglesa Ford, que finalmente fue controlada por guardas penitenciarios especializados".
Texto dadá:
Prisión inglesa Ford a últimas horas: Finalmente, cuando la medianoche protagonizada por disturbios de guardas especializados
en romper ventanas y provocar incendios fue controlada en los edificios quemados, 40 convictos "de sábado", comenzaron la ingestión de alcohol.
Tras negarse a se les hicieran las pruebas del por qué, varios presos empezaron el balance de una revuelta en torno a los que son a-penitenciarios.

Después estuvimos hablando un poquillo de William Faulkner, uno de mis escritores favoritos. Escribí un cuentecillo que, al releerlo después, me trajo a la cabeza la novela "Mientras agonizo", y pensé que sería buena idea hablar de este Premio Nobel de vida tan radiofónica. Esta vez cambié el "vale" por "maravilloso". ¡Malditos latiguillos! :(

Se planteó un reto... pero en el programa del día 16 lo recordaré... daremos más tiempecillo. ;)

Os dejo con el cuento:

 RUMIANDO BOTONES
El árbol de la vida
Gustav Klimt

Eres una hija de perra. No te esperaba tan pronto. Me pillas sin terminar de repasar los recuerdos con los dedos, sin haber acabado todavía de rumiar los botones que atesoro en la caja de galletas. ¿Te sorprende que mis gafas cuelguen del cordón? No las necesito para esto. Los reconozco con los ojos cerrados. Los he acumulado durante toda mi vida. Con la excusa de que los colecciono, todos me traen alguno cuando se marchan de viaje, o buscan rarezas para regalarme en las ocasiones especiales. Los he acumulado durante toda mi vida, al igual que las fotografías, las prendas olvidadas, los libros sobrantes en las mudanzas, los pequeños objetos, viejos y no tan viejos, que quedaron apresados por la indolencia, la dejadez o el pasado de moda, al igual que he acumulado durante toda mi vida los olores detenidos en los rincones de la memoria, catalizadores de viajes en el tiempo.

Ahora que has llegado no tengo ninguna prisa. Cuando me digas nos vamos, aunque no dejaré de pensar que eres una hija de perra. De todas formas lo pensaría igual si hubieses venido dentro de tres horas, o mañana, o pasado mañana. ¿Que no son más que botones?¿Que las fotos no son más que papel impreso? ¡Serás hurgamandera! Querida, lo que ves aquí es un pequeño tesoro. Recuerdos propios y ajenos que se revalorizan conforme pasan los días, conforme se construyen las vidas. Cada noche, a la hora de la cena me piden que cuente una historia, y todas salen de esta caja de galletas, del álbum o de algún arcón del trastero, sin necesidad de abrir la primera, pasar de mano en mano el segundo o subir al tercero, pues yo soy la depositaria de cada crónica y testimonio, en varias versiones además.

No pongas esa cara que no soy ninguna lloraduelos. Ya estoy vieja para andar con súplicas por nada ni a nadie, y menos a ti, que caducaste hace días en mis temores. Pero tampoco me metas prisa. ¿Qué miras? ¿El que reluce? Tengo muchos que relucen. Pónmelo en la mano a ver. Ah, éste más que relucir deslumbra. Pertenecía a mi padre. Lo arranqué de la casaca que le colocaron como mortaja. Mi tía abuela Renata casi le acompaña del disgusto que se dio cuando alguien le dijo que faltaba este botón. Aún puedo ver, si cierro fuerte los ojos, lo colorada que se puso, de tan furiosa. Cada cosa en su sitio, la cara lavada, el muerto oliendo a jazmines y el ataúd bien pulido. Pero faltaba un botón de la casaca. Aquello era un auténtico desastre para ella. Inquisitiva paseó cual urraca al acecho entre mis primos. No se le hubiera ocurrido sospechar de mí, pues era tan pequeña que tuvieron que auparme para darle a mi padre el beso de despedida, lo cual me dio mucho asco, pues de cerca no olía a jazmines, sino a podrido. Nunca le dije a nadie que lo cogí yo.

¿Qué te parece si tomamos algo? ¿Una copita? Creo que hay una botellita de mistela en el mueble bar. No, ni hablar, al ajedrez no pienso jugar contigo, que siempre ganas. Jaque mate en todas las partidas. Además, las apuestas no me gustan, menos todavía si sé de antemano que voy a perder. ¿Cuál dices? Perdona, esto culpa tuya no es, me falla el oído. Hace tiempo que no me reconozco en el espejo, aunque me dan igual las arrugas y el gravitar de las carnes. Siempre he sabido seguir el ritmo de mi cuerpo, incluso cuando se instaló la vejez. Sin embargo lo de no oír bien siempre me ha frustrado. ¿El que tiene un prado pintado? ¿De qué color es el cielo, azul o rosa? ¿El rosa? Igual da, porque vienen del mismo sitio. También los robé de niña, cuando la hermana pequeña de mi madre, la tía Julia, puso en venta la casa encantada. Había más de veinte espíritus allí. Los pasillos a medio día se llenaban de risas que sonaban inocentes, de susurros que daban frío por las noches. La temperatura de las habitaciones cambiaba bruscamente al ponerse el sol. La tía Julia, sola en aquella casona, cada día estaba más flaca, más pálida y más loca. Vino a vivir con nosotros, lo cual fue un regalo para mi pobre madre, tan cansada de tanto trabajo con siete pícaros corriendo entre los muebles a todas horas. La ayudamos a hacer las maletas mi hermana Marta y yo. Marta temblaba todo el tiempo. Las dos querían salir de allí a toda prisa, pero yo lo estaba pasando bien. Nunca les he tenido miedo a los fantasmas. Era divertido jugar con ellos, hacerles creer que eran ellos los que jugaban conmigo. Fingía que me asustaba para tenerlos contentos, para hacerme su amiga. En uno de los armarios había un vestido antiguo, blanco, con el cuello y los puños de un encaje que daba vértigo. En la pechera y en las mangas llevaba botones pintados a mano como cuadros. Cogí tres, los dos prados que tienes ahí, y un amanecer sobre el mar. Buscar un botón concreto en esta caja es tarea tediosa, así que no te esfuerces. No lo vas a encontrar. ¿Que si compraron la casa? Creo que ahora es un albergue juvenil o algo parecido, pero ha sido hotel durante muchos años.

El que acabas de sacar no necesito ni verlo ni tocarlo. Me llega el olor a canela y clavo. Mi pequeña Shira. Mi amiga del alma. Mi gitanilla alegre. Lo pasábamos bien juntas, corriendo de ventana en ventana por las calles del pueblo en verano, a la hora de la siesta, subidas en cajas de madera cogidas de la basura, testigos de gemidos a escondidas. Mis padres me prohibieron verla. Sus padres le prohibieron verme. Sólo éramos unas crías, pero las dos entendimos. Me regaló ese botón de su camisa de los domingos. Yo le di mi cinta favorita del pelo. Nos encontramos de nuevo siendo adultas. Habían pasado más de veinte años desde la última vez que nos habíamos visto, y no nos hemos vuelto a ver más. Fue mi mejor amiga.

Esos seis que levantas ahora, ensartados con un hilo, en forma de collar, son de las bodas de mis hermanos. Sosas, aburridas, sin interés. Podría pasarme horas hablando de cada una de ellas, igual que de la mía. Pero no tuvieron nada de particular. Las anécdotas normales. No me mires así. ¿Acaso no tengo derecho a que no me gusten las bodas? Pues no, ni siquiera. Odiaba el vestido, las flores eran espantosas, tenía calor aprisionada entre tanto refajo, me daba vergüenza que todos me mirasen como si estuviera en un escaparate, aparte de que mi estómago nunca ha soportado nada bien las comilonas ni las reuniones por compromiso. Desde que me levanté sólo deseaba que acabara ese día. ¿La noche? Claro mujer, a ti nada más y nada menos, te voy a contar yo algo de mi noche de bodas. Hay un botón negro, con el contorno verde esmeralda, que tiene una frase grabada por detrás. Si lo encuentras, sabrás como fue. Oye, que yo no he dicho nada de la primera vez. He dicho “noche de bodas”. ¿Acaso resulta que ahora son sinónimos? Que yo sepa no lo han sido nunca.

Me siento cansada. Pero todavía no nos vamos ¿verdad? Sí, tienes razón, es un granate precioso, con los ocres haciendo aguas. Parece más un camafeo que un botón. Sin embargo es un botón. De una boina de mujer. Se lo arranqué a la zorra de mi nuera mientras forcejeaba con ella un día que intentó abofetear a mi Esteban en mi presencia. Como se nota que no tiene hijos. A ninguna mujer en su sano juicio se le ocurriría darle una bofetada a un hombre delante de su madre. Menos aún después de haber tenido la desfachatez de confesar de la manera más impúdica que llevaba poniéndole los cuernos con unos y otros desde antes de casarse. Claro que mi nuera cuerda, lo que es cuerda, creo que no ha estado nunca. Pero no por loca, sino por malcriada. Trastorno bipolar, ya. Me río yo de su trastorno bipolar. Lo que pasa es que es una niñata. Sólo tiene crisis cuando quiere algo y no lo consigue. No ha trabajado en su vida, no ha tenido un duro en su vida, pero pretende vivir como la princesa que no es, ni será. Que para ser princesa al menos hay que tener clase. Y saber sentarse con las piernas cerradas cuando procede. Están entrampados hasta las cejas porque dice que cuando está de subidón no puede controlarse. Gasta sin darse cuenta. Ese mochuelo no tiene nido en mi olivo. Cuando está de bajón mejor no te cuento. Como si los demás no nos deprimiésemos cuando las cosas no son como esperamos, ni experimentásemos euforia con los éxitos y las alegrías. Se va a llevar una desagradable sorpresa con mi testamento.

Tienes razón. Se hace de noche. Entonces ¿nos vamos ya? Dame un momento, que falta un botón en la caja. Este que llevo en el bolsillo. Entre tantos no hay ninguno que sea mío. ¿Es bonito verdad? Es del cuello de la bata que me puse después de dar a luz a cada uno de mis tres hijos. Ya está. Ya podemos irnos hija de perra. ¿Por qué te llamo hija de perra? ¿Acaso no está claro? Porque con cada vieja como yo que te llevas es como si robaras un banco. Un banco de recuerdos. De recuerdos propios y ajenos. Ya lo decía mi madre: “la muerte es ladrona de guante blanco, no sólo se lleva a la gente, sino que roba bancos, porque las memorias son bancos, pero somos nosotras, las que quedamos, las que cumplimos condena por ella, las que tenemos que hacer el trabajo de volver a reunir los recuerdos viejos y no dejar que se escapen los nuevos entre los jirones de niebla de las rutinas. Somos nosotras, que no ellos. Ellos siempre se llevan el morral con agua y comida. Nosotras les llenamos el alma de sentido”. Era sabia mi madre. El de terciopelo azul turquesa era de su abrigo favorito. Pero vámonos ya hija de perra. No te pongas nerviosa. Aunque sigo pensando que has llegado demasiado pronto.

¡¡Besiños!!
APOLONIA

jueves, 13 de enero de 2011

JITANJÁFORA 4: Dadaísmo

Domingo, 19 de Diciembre de 2010
El cuarto programa. 
Dadaísmo



Sin voz... ¡Qué desastre de mujer!. Abuelilla total. Pero conseguí acabar el programa.
Hablamos de el Salón de Cómic de Zaragoza que se celebró ese fín de semana.
Lorenzo Mediano y Fernando Jiménez Ocaña nos recomendaron lecturas:
                    Lorenzo nos recomendó "El último vino" de Mary Renault.
                   Fernando nos recomendó "Risa en la oscuridad" de Nabokov.

Hablamos de dadaísmo mientras escuchábamos al grupo Dadá con su Rock&Roll kabaret.


Se planteó un RETO:
Hacer un poema dadaísta, de unas 50 palabras de longitud, una deconstrucción en forma de colage.
¿Cómo?
Tristan Tzara nos dice como:

Coja un periódico
Coja unas tijeras
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema
Recorte el artículo
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el articulo y métalas en una bolsa
Agítela suavemente
Ahora saque cada recorte uno tras otro
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa
El poema se parecerá a usted
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo.



Y acabé como siempre con un cuentecillo:

RHUMA Y ELLA
Fotos de BolboretaFunky

Rhuma viajaba sola por los caminos de la rutina. Todo ordenado. Todo prefijado de antemano. Todo con una meta o un fín. Todo descafeinado. Incluso el amor, a pesar de su espacio, estaba sujeto a horarios.

Un día cualquiera, en la ciudad de LaTorreImposible, se sentó en un banco de una plaza sin árboles. Los codos apoyados en las rodillas, las manos sujetando la cabeza, mirando al frente, a ninguna parte. Mirando fuera y viendo dentro. Se desmontó el alma pieza a pieza, las limpió todas con cuidado, y entonces cerró los ojos.

Al día siguiente del día cualquiera, desmontó también su vida. Rompió todas las cuerdas, escapó de todas las prisiones, y sin despedirse, sin equipaje, partió a construirse una nueva.

Caminó sin rumbo. Sin planes. Un café en cada encrucijada. Una pieza más en su sitio. Tiempo de parar a disfrutar los rincones.

Otro día cualquiera llegó a la ciudad de TodoEsPosible. Se sentó en la hierba, rodeada de árboles. las piernas cruzadas, la espalda apoyada en un tronco, mirando al frente, a todas partes. Mirando y viendo fuera. Entonces vio a Ella, caminando sin prisas, como si quisiera sentir cada paso.

Ella se sentó también en la hierba. Frente a Rhuma. Se miraron dentro. Se recorrieron el alma pieza a pieza la una a la otra, y después cerraron los ojos.

Al día siguiente del otro día cualquiera, Rhuma y Ella se abrazaron bajo el agua, regalándose los cuerpos igual que se habían regalado el alma.

Rhuma y Ella caminan ahora juntas.

Rhuma y Ella caminan ahora juntas,
alejándose de la ciudad de TodoEsPosible.

Van cogidas de la mano,
entregándose en miradas,
en busca de la ciudad de PáginaEnBlanco.

Quieren empezar a escribir juntas una quimera,
y han comprado el bolígrafo de AquíYAhora,
que lleva tinta de EnCualquierMomento.

Cuando lleguen a la ciudad de PáginaEnBlanco,
han decidido coger una BorracheraDeIlusiones,
y al día siguiente empezar a emborronar las calles,
con anhelos y con sueños.


¡¡Besiños!!