Nunca se olvida el arte de tejer mundos en las estrellas,
de tener la luna dentro de la cabeza...
y en mi cabecita siempre hay luna llena...

jueves, 26 de mayo de 2011

JITANJÁFORA 13: EL MONÓLOGO INTERIOR

Domingo, 22 de MAYO de 2011
El DECIMOTERCER programa. 
EL MONÓLOGO INTERIOR

Tranquilos, que no nos pusimos intimistas ni nada de eso.  Simplemente estuvimos hablando del monólogo interior como recurso creativo, los autores que mejor lo han usado, como James Joyce o William Faulkner, y sus diferencias con el soliloquio u otro tipo de relatos en primera persona.




Pero antes de eso, tuvimos nuestra recomendación de lectura desde el Salón del Cómic de Zaragoza, (sí, todavía me duran las grabaciones, mira que dí mal por allí, jejejeje) y leímos las colaboraciones al reto planteado en el programa anterior, y que como ya sabéis trataba de que os inventaséis un animal imaginario.

En nuestro apartado de recomendaciones de libros, continué con los audios robados en el Salón del Cómic de Zaragoza. En esta ocasión Santiago Jurado, dibujante del equipo MALAVIDA, nos recomendó, "Madre Noche" de Kurt Vonnegut. 

ANIMALES IMAGINARIOS

JESÚS TANCO-GOE
El gamucabras es un híbrido entre dos animales totalmente reales, el gamusino y el chupacabras......pero como nunca nadie ha visto un gamucabras(en realidad es como el porno, que todo el mundo lo ve y nadie lo dice) lo tomaré como un animal de ficción. Es como un mono, pero con los ojos rojos(y el ojete también). Y las hembras seleccionan a los machos en base a su parecido con Chefo en lo que a la voz respecta(porque fisicamente no se parecen a Chefo, es decir, son muy feos), por lo que en la época de celo, todos los machos dirán ¡ATOPEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! y el que más fuerte lo dice, ese moja.

SANTIAGO BLASCO (INDALECIO)
Acabo de escuchar tu programa y me ha hecho mucha gracia el reto. Más que nada porque cuando estudiaba hacía dibujos de animales inventados y luego los ubicaba en el pasado o en el futuro y me inventaba su historia e incluso el nombre cientifico. Recuerdo a Silurus postamarica, Cabezonia alba (este era un pájaro blanquecino que se extinguió ya que no podía volar debido al tamaño de su cabeza. Otro animal que vivía en el monte de Pina no llegaba a lavarse las orejas y la roña que se le acumulaba en las mismas . Un día se le llevó el cierzo y aprendió a volar por el tamaño que habían adquirido sus apraratos auditivos . Incluso inventé seres mitológicos como el burricornio que no necesita descripción. Uno de los últimos fue el monstrenco de Castejón, inspirado en un compañero de trabajo muy raro que me tenía manía no se porque. Iba sobre un pueblo muy pequeño (Castejón de Monegros en el futuro) en el que se apareaban entre primos y hermanos y dió lugar al monstrenco debido a la consanguinidad. Algún día debería ponerme a recopilar estas cosicas.

Como a mi no me gusta tirar de cosas viejas, aunque no me haya leido nada de Delibes, la ocasión merece que me invente un bicho.

Talpa apestosica: Era un especie de topo de unos 50 kilos de peso que excababa túneles bajo tierra tan gordos que más tarde se aprovecharon para hacer el de Canfranc o ese que une Francia y el reino inglés. Este animal permaneció desconocido hasta la aparición de la escopeta. Era muy receloso del hombre y lo esquivaba, pero cuando el hombre la inventó se sintió irremediablemente atraido por ella y se acercaba a los señores con escopeta. Este animal no era comestible, su carne era negra y su sangre olía como el lodo corrupto de una ciénaga y si se pegaba a la ropa o la piel el olor duraba meses hasta que se iba. Así que esto le llevó a la extinción ya que el hombre desde la aparición de la escopeta se ha sentido irremediablemente atraido a disparar a cualquier cosa que se mueva así como a los aisladores de las torres de alta tensión.

MARÍA JESÚS NAYA
Mi animal imaginario es un: caiman
(es Victor, porque es un hombre de la CAI)

Y el de Ceres es un perro-globo que se puede llevar a pasear con una cuerda y luego llenarlo de aire para jugar.

REBEKA ARAKNÉ AVILÉS (LADY SADE)
Los Caragones
Hace mucho tiempo, un tal Jonathan Swift nos conó la historia de un país imaginario donde los habitantes del mismo eran personas realmente minúsculas...liliputienses les llamó. Pero Swift nunca conoció Enihadú;el país más insignificante jamás creado. En Enihadú convivían miles de especies diferentes;entre ellas los Caragones, unos seres con cabeza de caracol y cuerpo de dragón tan grandes como el más pequeño de los dedales existentes

OMAR ORONS
Mientras voy subiendo, trato de recordar cuando fue la primera vez que lo vi,pero no puedo. Siempre agazapado entre tinieblas, con sus ojos amarillos, brillantes y su cuerpo de viento, negro, expectante, siempre acechando y gimiendo.
Cuando sale es un huracán, se revuelve desesperado, se retuerce, lanza fuego por mis
ojos.Coloco el revólver dentro de mi boca y disparo.
Los turistas que estaban en la cima huyen, no por el disparo, huyen por que ha quedado
libre y temen que ahora se apodere de ellos.

EL MONÓLOGO INTERIOR
(Música de fondo de Charlie Parker )
 
La palabra monologo viene del griego monos uno y logos discurso, que significa discurso que se hace uno a sí mismo.
Monólogo= Soliloquio. Hablar solo o consigo mismo.

El monólogo interior
- El monólogo interior (también conocido como 'flujo de conciencia') es una técnica literaria que intenta plasmar en el papel el flujo de presión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los protagonistas.
- Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado descifrar lo que ocurre.
- Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas. También es característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros elementos conectores, cambios radicales del foco del pensamiento, interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas.
- Para muchas personas leer este tipo de monólogo puede resultar inquietante o incómodo.
- Es como una especie de lógica irracional.

- El monólogo interior es una técnica narrativa por medio de la cual los pensamientos de los personajes son revelados de manera que parecen no estar controlados por el autor.
- El propósito del monólogo interior es el de revelar lo más íntimo del personaje. Esta técnica narrativa es capaz de enmarcar las experiencias emocionales mientras están ocurriendo, a nivel consciente e inconsciente. En ella, el autor opta por no distinguir entre niveles de conciencia; maneja complejos patrones de memoria, imágenes y fantasías para representar sensaciones y emociones “en bruto”. Se trata, pues, de la representación del “discurso” interior de un personaje.
- El monólogo se distingue del soliloquio en cuanto que ocurre antes de cualquier verbalización, a un nivel pre-discursivo; intenta representar la naturaleza fragmentaria del pensamiento antes de ser organizado, con intenciones comunicativas, por quien lo piensa. Este nivel pre-discursivo da a la narrativa un sentido mucho mayor de realismo psicológico, de intimidad con el personaje. El lector se siente testigo presencial, no mero receptor, de sus pensamientos. Pues el monólogo interior es un flujo de la conciencia, que se encarga de presentar al lector el curso de la misma precisamente como está ocurriendo en la mente del personaje. Mediante esta técnica, el personaje parece estar (valga la redundancia) pensando sus pensamientos, más que explicándolos a alguien.
- El término monólogo interior fue usado por primera vez por el filósofo y psicólogo estadounidense William James. Poco después el término se utilizó literariamente. Quizás, quien le da el máximo desarrollo al concepto de monólogo interior sea el escritor irlandés James Joyce. Éste dice haberlo descubierto en el libro Les Lauriers sont coupés (han cortado los laureles) del novelista francés Édouard Dujardin.
- Otros críticos piensan que Dujardin se había limitado a generalizar y sistematizar un método utilizado ya como recurso, es decir, de manera empírica e intermitente, por escritores anteriores a él; por ejemplo: Víctor Hugo lo hace a partir de 1829, en el Último Día de un condenado. Sería injusto olvidar la presencia de este recurso tanto en la escritura interiorista de Dostoïevski como en la genial escritura Miguel de Cervantes.

- Joyce explora en Ulysses monólogos interiores, con los que contrasta claramente tres personajes de diferente racionamiento y clase social. El más célebre, al menos como fragmento literario autónomo, es el monólogo de Molly Bloom con el que termina el libro
- Hay otros exponentes de monólogo interior o flujo de la conciencia. La escritora inglesa Virginia Woolf cuyas novelas Al faro y Las olas, en particular, exploran la interioridad de los personajes conservando, sin embargo, el orden gramatical y sintáctico que el monólogo joyceano desprecia.
- El escritor estadounidense William Faulkner. En El ruido y la furia y en ciertos pasajes de ¡Absalón, Absalón!, Faulkner se vale de la técnica para construir la identidad del personaje. En aquella novela, por ejemplo, el monólogo de Benjy revela su condición de retrasado mental sin jamás mencionarla directamente. Así, la narración gana en autonomía y en verosimilitud.
 
CUENTO
(Música de fondo La mer de Debussy )
en antena no leí el cuento completo, pero aquí lo tenéis para que me hagáis las críticas que os apetezcan.


LA TUMBA DEL SEPULTURERO
José, el día que lo mataron, se levantó temprano porque tenía que cavar la fosa de una tumba doble. Unas campanas nocturnas habían tocado a mortichuelo, y así supo que los gemelos habían muerto. Como andaba en tratos con el insomnio de la vejez, decidió aprovecharlo y empezar a trabajar antes de que vinieran a meterle prisa, que ya no estaba joven y el trabajo se le hacía cada vez más cuesta arriba. A estas alturas estaba cansado de la vida, así que en cuanto le faltaran las fuerzas para ganarse el sustento, atentaría contra ella antes que pedir limosna. Al levantarse despertó sin querer a su mujer, lo que le valió discutir con ella. Casi le suelta un sopapo para que se callara: que si a donde vas a estas horas que todavía están los búhos de caza, que si estás malo y te va a dar el colerín, que si aunque sea Agosto seguro que va a caer rosada, que si luego tus huesos me duelen más a mí que a ti, porque me cargas con el trabajo extra de preparar las cataplasmas, que si las campanas bien podían decir otra cosa. Pero él sabía bien lo que anunciaban, y lo habría sabido aunque no hubieran sonado: Su olfato ya había sentido la muerte, y no era una sola, que esta vez se le había agarrado a la garganta. Tendría que beberse una jícara de chocolate para que le bajara a las tripas, aunque mejor sería ni desayunar, que sentía el estómago revuelto. Aún se levantó la Antonia de la cama y le quitó el ceñidor y las llaves del fosal en un último intento de que no se fuera. Le dio pena verla tan vieja, así que no se quitó el cinturón como otras veces, y la dejó que se le pasara el arrebato mientras terminaba de vestirse, se refrescaba la cara y se quitaba las legañas. Que yo sé bien lo que anuncian, le decía, que los gemelos de la del horno, la de los panes de moño, pillaron calentura, de las que no curan fácil, con la tormenta de la semana pasada, pero allí estaban al otro día, de madrugada, en la puerta grande, con los ojos brillantes y los brazos blandos, preparados para el reparto, que no consiguieron terminarlo, que les tuvo que echar una mano el chaval del granero de los piensos, que los llevó a casa y terminó el reparto por ellos, y la del horno, que no es roñosa, le metió unas monedas en el bolsillo y le dio pan para su casa, para toda la semana, que los panes esos, si los dejas al fresco y en sitio oscuro, con un trapo por encima, están tiernos igual después de un puñado de días, aunque yo prefiero que me cruja la miga entre los dientes, que no se me hunda el cuchillo al untar la manteca, y que no parezca aquello comida de patos cuando pongo las sardinas con aceite encima. Y los gemelos en la cama, que la fiebre no les bajaba, que les subía, y decían cosas de fiebre, como si estuvieran locos y vieran cosas raras. El médico ya dijo desde que los vio la primera vez que la cosa estaba mal, que no creía que salieran de esta, así que la del horno, antes de empezar la faena, se va a la iglesia a rezarle a la virgen. A mí me da grima la virgen. La campana ha tocado a mortichuelo por los gemelos, que yo lo sé bien.

José, el día que lo mataron, se levantó temprano y salió de casa cuando todavía era noche cerrada. Que la Antonia dijera lo que quisiera, porque las campanas habían sonado a muerto, que lo notaba en las tripas, y en los pies, y en las manos. Que olía a muerto reciente, y las piernas se le habían puesto temblonas al meterse la camisa y ajustarse el pantalón. Camino del cementerio intentó pensar en otras cosas, pero sólo le acudían a la cabeza los pesares de la casa, y se acordó de su hijo en la cárcel, que maldito el día en que le dio por matar al guarda por haberle guiñado el ojo a su hermana, que lo de arrancarle a su marido el brazo de un balazo no fue lo mismo, que bien se lo buscó por haberla maltratado, que se le hacía bilis de pensar en los moratones que llevaba la pobre cuando se volvió a vivir con ellos, y bien sabe él que no es feliz, que necesita un hombre, y que le culpa más a él que a su hermano de todo lo que le ha pasado. En la casa eran cuatro amargados, él, la mujer, la hija y el nieto, que aunque ya iba siendo hombre, aún tenía cosas de chico, como lo de ir a nadar al canal con los Carrañas, porque ¿qué se le habría perdido a él en esas compañías?, que además no le gustaba nada que se acercara al agua, que a ver si se iba a ahogar, pero claro, el chico sabía nadar, no como él, pero es que a él el agua como que no, que a no ser que estuviera malo, ni la bebía.

José, el día que lo mataron, se levantó temprano y caminó despacio camino del fosal. Mientras pasaba por debajo de los olmos que bordeaban la salida del pueblo, intentó alejar las cosas que lo ponían triste, y en estas que sin apenas darse cuenta, de pronto ya vio las sombras de los cipreses, recortadas contra el cielo casi negro, por encima de la todavía más oscura sombra de la tapia del cementerio. Sin prisa se puso a preparar las herramientas. Sin prisa empezó a cavar, y para no masticar la soledad ni la presencia de los muertos silbaba entre dientes, bajito para no despertar a las almas en pena. Se notaba triste, se notaba el estómago revuelto, se notaba viejo, cansado y sin ganas. No llevaba ni una hora con la pala cuando sintió que alguien se acercaba por detrás, pero no le dio tiempo a volverse, y cerró los ojos cuando el punzón le entró en el cuello. Apenas se dio cuenta de que le vida se le había ido hasta que llegaron al canal, porque se deshacía en juramentos por la maldita idea de haber cerrado los ojos, ya que ahora no podía ver a los dueños de las cuatro manos que le arrastraban. Aunque más bien eran dueñas. Eran manos de mujer, cuatro manos de mujer. Y lo tiraron al agua. Mal lo querían pues, para dar al sepulturero muerte junto a una fosa y molestarse en moverlo de allí y tirarlo al agua con lo que la odiaba.

José, el día que lo mataron, mientras se hundía en el agua del canal, pensaba: ¿quién cavará la fosa del sepulturero?. ¿Tendrá entierro el sepulturero?


Nos despedimos escuchando "Satin Doll" de Duke Ellington. Y ESTA VEZ HAY RETO: EL MONÓLOGO INTERIOR. En breve lo pondré aquí para que tengáis todos los datos.

¡Os espero en la próxima jitanjáfora!
¡¡Besiños!!
APOLONIA

1 comentario:

Goe dijo...

De modo que a Jose lo mataron su mujer y su hija…al principio del relato pensé: será algo de la guerra civil…Pero no.

Cuando josé iba a trabajar, su mujer le decía que no fuera…por que se preocupa por el si lo iba a matar? Será porque lo querría matar en casa supongo.

Veo también la doble moral del protagonista. Maltrata a su mujer pero cuando su hija es maltratada por otra persona no es para nada de su agrado.

Bueno, nada más que decir…a ver si un día sacas un recopilarorio con tus cuentos!