Nunca se olvida el arte de tejer mundos en las estrellas,
de tener la luna dentro de la cabeza...
y en mi cabecita siempre hay luna llena...

martes, 31 de mayo de 2011

EL MENDRUGO


La foto es de AQUÍ

A Carlos Expósito le sorprendió su avidez ante el mendrugo que le dieron por caridad, y que por mendrugo se le había caído al charco. Lo miró con asco, pero como no hicieron ademán de darle otro, lo agarró al tiempo que balbuceaba una disculpa y lo engulló.

APOLONIA

jueves, 26 de mayo de 2011

JITANJÁFORA 13: EL MONÓLOGO INTERIOR

Domingo, 22 de MAYO de 2011
El DECIMOTERCER programa. 
EL MONÓLOGO INTERIOR

Tranquilos, que no nos pusimos intimistas ni nada de eso.  Simplemente estuvimos hablando del monólogo interior como recurso creativo, los autores que mejor lo han usado, como James Joyce o William Faulkner, y sus diferencias con el soliloquio u otro tipo de relatos en primera persona.




Pero antes de eso, tuvimos nuestra recomendación de lectura desde el Salón del Cómic de Zaragoza, (sí, todavía me duran las grabaciones, mira que dí mal por allí, jejejeje) y leímos las colaboraciones al reto planteado en el programa anterior, y que como ya sabéis trataba de que os inventaséis un animal imaginario.

En nuestro apartado de recomendaciones de libros, continué con los audios robados en el Salón del Cómic de Zaragoza. En esta ocasión Santiago Jurado, dibujante del equipo MALAVIDA, nos recomendó, "Madre Noche" de Kurt Vonnegut. 

ANIMALES IMAGINARIOS

JESÚS TANCO-GOE
El gamucabras es un híbrido entre dos animales totalmente reales, el gamusino y el chupacabras......pero como nunca nadie ha visto un gamucabras(en realidad es como el porno, que todo el mundo lo ve y nadie lo dice) lo tomaré como un animal de ficción. Es como un mono, pero con los ojos rojos(y el ojete también). Y las hembras seleccionan a los machos en base a su parecido con Chefo en lo que a la voz respecta(porque fisicamente no se parecen a Chefo, es decir, son muy feos), por lo que en la época de celo, todos los machos dirán ¡ATOPEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! y el que más fuerte lo dice, ese moja.

SANTIAGO BLASCO (INDALECIO)
Acabo de escuchar tu programa y me ha hecho mucha gracia el reto. Más que nada porque cuando estudiaba hacía dibujos de animales inventados y luego los ubicaba en el pasado o en el futuro y me inventaba su historia e incluso el nombre cientifico. Recuerdo a Silurus postamarica, Cabezonia alba (este era un pájaro blanquecino que se extinguió ya que no podía volar debido al tamaño de su cabeza. Otro animal que vivía en el monte de Pina no llegaba a lavarse las orejas y la roña que se le acumulaba en las mismas . Un día se le llevó el cierzo y aprendió a volar por el tamaño que habían adquirido sus apraratos auditivos . Incluso inventé seres mitológicos como el burricornio que no necesita descripción. Uno de los últimos fue el monstrenco de Castejón, inspirado en un compañero de trabajo muy raro que me tenía manía no se porque. Iba sobre un pueblo muy pequeño (Castejón de Monegros en el futuro) en el que se apareaban entre primos y hermanos y dió lugar al monstrenco debido a la consanguinidad. Algún día debería ponerme a recopilar estas cosicas.

Como a mi no me gusta tirar de cosas viejas, aunque no me haya leido nada de Delibes, la ocasión merece que me invente un bicho.

Talpa apestosica: Era un especie de topo de unos 50 kilos de peso que excababa túneles bajo tierra tan gordos que más tarde se aprovecharon para hacer el de Canfranc o ese que une Francia y el reino inglés. Este animal permaneció desconocido hasta la aparición de la escopeta. Era muy receloso del hombre y lo esquivaba, pero cuando el hombre la inventó se sintió irremediablemente atraido por ella y se acercaba a los señores con escopeta. Este animal no era comestible, su carne era negra y su sangre olía como el lodo corrupto de una ciénaga y si se pegaba a la ropa o la piel el olor duraba meses hasta que se iba. Así que esto le llevó a la extinción ya que el hombre desde la aparición de la escopeta se ha sentido irremediablemente atraido a disparar a cualquier cosa que se mueva así como a los aisladores de las torres de alta tensión.

MARÍA JESÚS NAYA
Mi animal imaginario es un: caiman
(es Victor, porque es un hombre de la CAI)

Y el de Ceres es un perro-globo que se puede llevar a pasear con una cuerda y luego llenarlo de aire para jugar.

REBEKA ARAKNÉ AVILÉS (LADY SADE)
Los Caragones
Hace mucho tiempo, un tal Jonathan Swift nos conó la historia de un país imaginario donde los habitantes del mismo eran personas realmente minúsculas...liliputienses les llamó. Pero Swift nunca conoció Enihadú;el país más insignificante jamás creado. En Enihadú convivían miles de especies diferentes;entre ellas los Caragones, unos seres con cabeza de caracol y cuerpo de dragón tan grandes como el más pequeño de los dedales existentes

OMAR ORONS
Mientras voy subiendo, trato de recordar cuando fue la primera vez que lo vi,pero no puedo. Siempre agazapado entre tinieblas, con sus ojos amarillos, brillantes y su cuerpo de viento, negro, expectante, siempre acechando y gimiendo.
Cuando sale es un huracán, se revuelve desesperado, se retuerce, lanza fuego por mis
ojos.Coloco el revólver dentro de mi boca y disparo.
Los turistas que estaban en la cima huyen, no por el disparo, huyen por que ha quedado
libre y temen que ahora se apodere de ellos.

EL MONÓLOGO INTERIOR
(Música de fondo de Charlie Parker )
 
La palabra monologo viene del griego monos uno y logos discurso, que significa discurso que se hace uno a sí mismo.
Monólogo= Soliloquio. Hablar solo o consigo mismo.

El monólogo interior
- El monólogo interior (también conocido como 'flujo de conciencia') es una técnica literaria que intenta plasmar en el papel el flujo de presión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los protagonistas.
- Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado descifrar lo que ocurre.
- Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas. También es característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros elementos conectores, cambios radicales del foco del pensamiento, interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas.
- Para muchas personas leer este tipo de monólogo puede resultar inquietante o incómodo.
- Es como una especie de lógica irracional.

- El monólogo interior es una técnica narrativa por medio de la cual los pensamientos de los personajes son revelados de manera que parecen no estar controlados por el autor.
- El propósito del monólogo interior es el de revelar lo más íntimo del personaje. Esta técnica narrativa es capaz de enmarcar las experiencias emocionales mientras están ocurriendo, a nivel consciente e inconsciente. En ella, el autor opta por no distinguir entre niveles de conciencia; maneja complejos patrones de memoria, imágenes y fantasías para representar sensaciones y emociones “en bruto”. Se trata, pues, de la representación del “discurso” interior de un personaje.
- El monólogo se distingue del soliloquio en cuanto que ocurre antes de cualquier verbalización, a un nivel pre-discursivo; intenta representar la naturaleza fragmentaria del pensamiento antes de ser organizado, con intenciones comunicativas, por quien lo piensa. Este nivel pre-discursivo da a la narrativa un sentido mucho mayor de realismo psicológico, de intimidad con el personaje. El lector se siente testigo presencial, no mero receptor, de sus pensamientos. Pues el monólogo interior es un flujo de la conciencia, que se encarga de presentar al lector el curso de la misma precisamente como está ocurriendo en la mente del personaje. Mediante esta técnica, el personaje parece estar (valga la redundancia) pensando sus pensamientos, más que explicándolos a alguien.
- El término monólogo interior fue usado por primera vez por el filósofo y psicólogo estadounidense William James. Poco después el término se utilizó literariamente. Quizás, quien le da el máximo desarrollo al concepto de monólogo interior sea el escritor irlandés James Joyce. Éste dice haberlo descubierto en el libro Les Lauriers sont coupés (han cortado los laureles) del novelista francés Édouard Dujardin.
- Otros críticos piensan que Dujardin se había limitado a generalizar y sistematizar un método utilizado ya como recurso, es decir, de manera empírica e intermitente, por escritores anteriores a él; por ejemplo: Víctor Hugo lo hace a partir de 1829, en el Último Día de un condenado. Sería injusto olvidar la presencia de este recurso tanto en la escritura interiorista de Dostoïevski como en la genial escritura Miguel de Cervantes.

- Joyce explora en Ulysses monólogos interiores, con los que contrasta claramente tres personajes de diferente racionamiento y clase social. El más célebre, al menos como fragmento literario autónomo, es el monólogo de Molly Bloom con el que termina el libro
- Hay otros exponentes de monólogo interior o flujo de la conciencia. La escritora inglesa Virginia Woolf cuyas novelas Al faro y Las olas, en particular, exploran la interioridad de los personajes conservando, sin embargo, el orden gramatical y sintáctico que el monólogo joyceano desprecia.
- El escritor estadounidense William Faulkner. En El ruido y la furia y en ciertos pasajes de ¡Absalón, Absalón!, Faulkner se vale de la técnica para construir la identidad del personaje. En aquella novela, por ejemplo, el monólogo de Benjy revela su condición de retrasado mental sin jamás mencionarla directamente. Así, la narración gana en autonomía y en verosimilitud.
 
CUENTO
(Música de fondo La mer de Debussy )
en antena no leí el cuento completo, pero aquí lo tenéis para que me hagáis las críticas que os apetezcan.


LA TUMBA DEL SEPULTURERO
José, el día que lo mataron, se levantó temprano porque tenía que cavar la fosa de una tumba doble. Unas campanas nocturnas habían tocado a mortichuelo, y así supo que los gemelos habían muerto. Como andaba en tratos con el insomnio de la vejez, decidió aprovecharlo y empezar a trabajar antes de que vinieran a meterle prisa, que ya no estaba joven y el trabajo se le hacía cada vez más cuesta arriba. A estas alturas estaba cansado de la vida, así que en cuanto le faltaran las fuerzas para ganarse el sustento, atentaría contra ella antes que pedir limosna. Al levantarse despertó sin querer a su mujer, lo que le valió discutir con ella. Casi le suelta un sopapo para que se callara: que si a donde vas a estas horas que todavía están los búhos de caza, que si estás malo y te va a dar el colerín, que si aunque sea Agosto seguro que va a caer rosada, que si luego tus huesos me duelen más a mí que a ti, porque me cargas con el trabajo extra de preparar las cataplasmas, que si las campanas bien podían decir otra cosa. Pero él sabía bien lo que anunciaban, y lo habría sabido aunque no hubieran sonado: Su olfato ya había sentido la muerte, y no era una sola, que esta vez se le había agarrado a la garganta. Tendría que beberse una jícara de chocolate para que le bajara a las tripas, aunque mejor sería ni desayunar, que sentía el estómago revuelto. Aún se levantó la Antonia de la cama y le quitó el ceñidor y las llaves del fosal en un último intento de que no se fuera. Le dio pena verla tan vieja, así que no se quitó el cinturón como otras veces, y la dejó que se le pasara el arrebato mientras terminaba de vestirse, se refrescaba la cara y se quitaba las legañas. Que yo sé bien lo que anuncian, le decía, que los gemelos de la del horno, la de los panes de moño, pillaron calentura, de las que no curan fácil, con la tormenta de la semana pasada, pero allí estaban al otro día, de madrugada, en la puerta grande, con los ojos brillantes y los brazos blandos, preparados para el reparto, que no consiguieron terminarlo, que les tuvo que echar una mano el chaval del granero de los piensos, que los llevó a casa y terminó el reparto por ellos, y la del horno, que no es roñosa, le metió unas monedas en el bolsillo y le dio pan para su casa, para toda la semana, que los panes esos, si los dejas al fresco y en sitio oscuro, con un trapo por encima, están tiernos igual después de un puñado de días, aunque yo prefiero que me cruja la miga entre los dientes, que no se me hunda el cuchillo al untar la manteca, y que no parezca aquello comida de patos cuando pongo las sardinas con aceite encima. Y los gemelos en la cama, que la fiebre no les bajaba, que les subía, y decían cosas de fiebre, como si estuvieran locos y vieran cosas raras. El médico ya dijo desde que los vio la primera vez que la cosa estaba mal, que no creía que salieran de esta, así que la del horno, antes de empezar la faena, se va a la iglesia a rezarle a la virgen. A mí me da grima la virgen. La campana ha tocado a mortichuelo por los gemelos, que yo lo sé bien.

José, el día que lo mataron, se levantó temprano y salió de casa cuando todavía era noche cerrada. Que la Antonia dijera lo que quisiera, porque las campanas habían sonado a muerto, que lo notaba en las tripas, y en los pies, y en las manos. Que olía a muerto reciente, y las piernas se le habían puesto temblonas al meterse la camisa y ajustarse el pantalón. Camino del cementerio intentó pensar en otras cosas, pero sólo le acudían a la cabeza los pesares de la casa, y se acordó de su hijo en la cárcel, que maldito el día en que le dio por matar al guarda por haberle guiñado el ojo a su hermana, que lo de arrancarle a su marido el brazo de un balazo no fue lo mismo, que bien se lo buscó por haberla maltratado, que se le hacía bilis de pensar en los moratones que llevaba la pobre cuando se volvió a vivir con ellos, y bien sabe él que no es feliz, que necesita un hombre, y que le culpa más a él que a su hermano de todo lo que le ha pasado. En la casa eran cuatro amargados, él, la mujer, la hija y el nieto, que aunque ya iba siendo hombre, aún tenía cosas de chico, como lo de ir a nadar al canal con los Carrañas, porque ¿qué se le habría perdido a él en esas compañías?, que además no le gustaba nada que se acercara al agua, que a ver si se iba a ahogar, pero claro, el chico sabía nadar, no como él, pero es que a él el agua como que no, que a no ser que estuviera malo, ni la bebía.

José, el día que lo mataron, se levantó temprano y caminó despacio camino del fosal. Mientras pasaba por debajo de los olmos que bordeaban la salida del pueblo, intentó alejar las cosas que lo ponían triste, y en estas que sin apenas darse cuenta, de pronto ya vio las sombras de los cipreses, recortadas contra el cielo casi negro, por encima de la todavía más oscura sombra de la tapia del cementerio. Sin prisa se puso a preparar las herramientas. Sin prisa empezó a cavar, y para no masticar la soledad ni la presencia de los muertos silbaba entre dientes, bajito para no despertar a las almas en pena. Se notaba triste, se notaba el estómago revuelto, se notaba viejo, cansado y sin ganas. No llevaba ni una hora con la pala cuando sintió que alguien se acercaba por detrás, pero no le dio tiempo a volverse, y cerró los ojos cuando el punzón le entró en el cuello. Apenas se dio cuenta de que le vida se le había ido hasta que llegaron al canal, porque se deshacía en juramentos por la maldita idea de haber cerrado los ojos, ya que ahora no podía ver a los dueños de las cuatro manos que le arrastraban. Aunque más bien eran dueñas. Eran manos de mujer, cuatro manos de mujer. Y lo tiraron al agua. Mal lo querían pues, para dar al sepulturero muerte junto a una fosa y molestarse en moverlo de allí y tirarlo al agua con lo que la odiaba.

José, el día que lo mataron, mientras se hundía en el agua del canal, pensaba: ¿quién cavará la fosa del sepulturero?. ¿Tendrá entierro el sepulturero?


Nos despedimos escuchando "Satin Doll" de Duke Ellington. Y ESTA VEZ HAY RETO: EL MONÓLOGO INTERIOR. En breve lo pondré aquí para que tengáis todos los datos.

¡Os espero en la próxima jitanjáfora!
¡¡Besiños!!
APOLONIA

COSAS SENCILLAS


La foto es de AQUÍ

Después de hacernos fotos sobre las tumbas más consagradas de Montmartre, esquivando a duras penas al guarda, descubrimos un pequeño café. Los asientos eran de un cine, hechos para gente pequeña. El vino sabía a pimienta y madera. Bailamos y cantamos a Edith Piaf: su “padam padam”. Nada importante, salvo que mi risa nunca había sido tan sincera.

APOLONIA

sábado, 21 de mayo de 2011

TRASTO INÚTIL

La foto es de AQUÍ

Emilio se fió de voces familiares y se marchó del asilo. Siempre es mejor el calor de un hogar, pensó. ¡Qué ingenuo! Cuando estaba allí, iba hasta los jardines todas las mañanas. Aunque está medio inválido por los achaques y por aquel coche que casi le deja sin pierna, le permitían ser el guarda. Ahora no es más que un estorbo, algo que se arrincona para que no moleste.

APOLONIA

jueves, 19 de mayo de 2011

UN BUEN CHICO

La foto es de AQUÍ

Néstor recibe imperturbable el entregado abrazo de Elena. Con mirada fría e inerte ve que Juan baja los ojos. Pero ese gesto de resignación, y el dolor que se adivina en él, ya no le producen ningún placer. Decide que el siguiente paso será romper con ella.

APOLONIA

miércoles, 18 de mayo de 2011

RETO: ANIMAL IMAGINARIO

En "JITANJÁFORA 12" planteé un reto: UN ANIMAL IMAGINARIO.

La foto es de AQUÍ

RETO: ANIMAL IMAGINARIO

Como estuvimos hablando de Delibes, en una especie de homenaje a su pasión por la naturaleza, vamos a crear animales imaginarios. ¿Qué no se os ocurre ninguno?: sirenas, dragones, gallifantes, centauros, minotauros, unicornios, ...
SUGERENCIA: Vamos a hacer uso de la capacidad que teníamos en la infancia, y que no hemos perdido, sino tan solo en algunos casos se oxida un poco, de dar vida a mundos y a personajes animados e inanimados. Un truco estupendo es utilizar "binomios fantásticos", es decir, escoger dos palabras, dos sustantivos concretos, que no tengan nada que ver uno con el otro, y encontrarles una relación.

Venga, animaos a participar. Todo vale. Dejad volar la imaginación. Ya sabéis que leeré todos los textos en antena. Tenéis de tiempo para enviarlos hasta el sábado 21 de Mayo. ¡No más de 50 palabras!, para que haya espacio para todos.

Leeré lo que me enviéis en el programa del 22 de Mayo.

¿Qué cómo me los podéis hacer llegar?

Los podéis dejar aquí en forma de comentario, o mandando un mensaje, ya sea a través del facebook (para quienes seáis mis amiguitos), o a través del correo electrónico a cualquiera de las direcciones siguientes, indicando en el asunto "Colaboración Jitanjáfora: animal imaginario":

esencialsiempre@gmail.com
laenredadera@nodo50.org

También podéis dejarlo en la página web de "La enredadera". Tenéis el enlace aquí al ladito, pinchad encima y ya está.

Besiños!!
APOLONIA

viernes, 13 de mayo de 2011

JITANJÁFORA 12: DELIBES

Domingo, 08 de MAYO de 2011
El DUODÉCIMO programa. 
DELIBES

Ya hacía días que no aparecía jitanjáfora en las ondas. Las vacaciones de Semana Santa fueron largas para la pelirroja en Radio Topo. Pero aproveché bien y me leí unos cuantos libros de Delibes, con la excusa de haberlo elegido para comenzar con la lista de autores españoles, además de investigar e investigar sobre este hombre tan grande. Su forma de escribir es tan limpia, tan directa y con las palabras tan justamente escogidas, que cuando lo leo siento una envidia terrible, porque me consta que nunca seré capaz de transmitir de esa manera. Pero no dejaré de intentarlo, que es lo que cuenta.




La música para amenizar vino de la mano de Antón García Abril,compositor y músico español, turolense por más señas. Ha compuesto obras orquestales, música de cámara y obras vocales. Es importante reseñar su faceta como autor de música para cine y series de televisión como El hombre y la tierra de Félix Rodríguez de la Fuente, Fortunata y Jacinta, Anillos de oro, Segunda enseñanza, Brigada Central, Ramón y Cajal, La ciudad no es para mí,Compuesta y sin novio y Requiem por Granada .Compuso también el Himno de Aragón por encargo de las Cortes de Aragón, que es actualmente el himno oficial de Aragón desde 1989. Su obra concertística, de carácter eminentemente sinfónico, pretende continuar la tradición nacionalista española con los adelantos vanguardistas del momento. Pese a todo, en los últimos años la música de García Abril parece tender más al nacionalismo que a la vanguardia. Se considera un estudioso y admirador de la melodía, a la cual suele adornar con frecuentes cambios de ritmo y una orquestación generalmente explosiva.


En nuestro apartado de recomendaciones de libros, continué con los audios robados en el Salón del Cómic de Zaragoza. En esta ocasión Chefo, dibujante del equipo MALAVIDA, nos recomendó, "El archipiélago Gulag" de Alexander Solzhenitsyn. 

Con La Lozana Andaluza de fondo comenzamos a hablar de Delibes. De sus comienzos, de sus libros, de su amor, de su vida. No tienes más que pinchar en el audio.


CUENTO
(Música de fondo La mer de Debussy )
en antena no leí el cuento completo, pero aquí lo tenéis para que me hagáis las críticas que os apetezcan.


Creo que podría quererte siempre
El viejo se levanta despacio de la cama con los ojos sonrientes. Siente caliente el corazón porque el último aliento del sueño le ha dicho: “creo que podría quererte siempre”. El sol apenas asoma entre los dos picos que enmarca la ventana. Al mirar por ella desde la cama, el cielo le parece una fruta madura. Se despereza despacio, con esos movimientos rutinarios acompasados con los años. Se levanta todavía más despacio, con la felicidad asomada hasta en las manos por esas palabras que le laten con fuerza en el pecho, en la cabeza y en las tripas. Sale al cuarto grande, se prepara un té, abre la puerta y sale fuera a atrapar la brisa. Aún quedan días de frío, pero ya las primeras flores han comenzado a salir.
Mientras acompaña el ascenso del sol, con la taza de té en la mano y la mirada vagabunda, empieza a cobrar fuerza la idea de que tiene que ir a verla. Sencillamente porque quiere verla. Le llevará unas margaritas, que son las que más le gustan.
Busca las más grandes, las más bonitas, y las protege con unos papeles, no se vayan a estropear en el camino. Se sienta en la silla del porche con ellas en la mano. Ya no puede ver el sol, pero sabe que está alto. Espera a que empiece a descender para comenzar a caminar ladera abajo alejándose de la cabaña. Deja la puerta abierta, como siempre: alguien podría necesitar refugio esta noche.
Su caminar es lento, tranquilo. No así sus recuerdos. Se atropellan, se entremezclan, forman jirones de bruma que tratan de ocultar las cosas que decidió olvidar, aunque sin mucho éxito. Sin embargo, ya no le duelen como antes. No tiene prisa. Hay tiempo suficiente para ponerlos en orden. “¿Cuánto tiempo hace?”, piensa. Da lo mismo. Ella sigue teniendo los mismos ojos, y lo mira todavía con la misma intensidad que aquella noche. Cada vez. Por eso no puede evitar acercarse a buscar su calor todo lo a menudo que le permiten las obligaciones y la salud. A pesar de los años.
Aquella noche la tiene grabada a fuego. Puede oler la chamusquina en el aire. Puede verse huyendo entre los campos de maíz. Corría como alma que lleva el diablo delante de los que hasta hacía muy poco habían sido amigos suyos. Esquivaba por instinto las balas, mientras aguantaba las lágrimas de rabia a duras penas. Con el cuerpo magullado y el estómago vacío intentaba sacar fuerzas de donde podía. Consiguió despistarlos y encontró un granero. Agotado como estaba casi se quedó dormido entre la paja. No tardaron mucho en acercarse, y pudo oír una voz de mujer que hablaba con ellos. Una voz suave y dulce. La conocían, y la respetaban. Se notaba en la forma que tenían de dirigirse a ella. Nadie elevó el tono. Les ofreció vino y pan con manteca mientras lo registraban todo. Aún se pregunta cómo no lo encontraron. Está seguro de que intervino algo más que la suerte, pero poco importa ya. Se marcharon, pero al poco rato, esa voz, la voz de ella, que intentaba no mostrar signos de miedo, gritó: “¿quién anda ahí?. Sé perfectamente que has entrado aquí”.
Se enamoró nada más verla. Parada en la puerta entreabierta, con un fusil torpemente aferrado, a contraluz del fuego que arrasaba los campos en su busca, le hizo sentirse niño de pronto. Y otro fuego muy distinto casi hizo arder el granero. El fuego que salió de él, alimentado por la mirada de ella cuando se acercó a curarle las heridas. Ninguno de los dos dijo nada. El sólo podía bajar la vista. Se olvidó de todo lo que acababa de suceder dejándose envolver por el olor a canela y jazmines. Los cuerpos se invadieron.. Quedaron los maderos desvencijados de tanto crujir.
Estuvo más de un mes escondido. Ella lo cuidaba, lo alimentaba. Juntos hicieron un agujero bajo el nido de la clueca, donde se metía en los registros, cada vez menos frecuentes. Ocupaba el día en hacer los trabajos que no requerían salir al exterior, en espiar por los agujeros, en atisbar entre  las grietas. Tallaba desde animales hasta flautas en las maderas que encontraba. Se los metía en el delantal cuando no se daba cuenta. Por las noches, ella le enseñaba a leer, le contaba historias de países lejanos, le mostraba dibujos de mundos imposibles. Cada mañana, al despertar, allí estaba su cuerpo. Allí estaban esos ojos que le cauterizaban las heridas. Cada mañana, al despertar, ella le susurraba: “creo que podría quererte siempre”. Él se pellizcaba, porque aquello sólo podía ser un sueño.

Después llegaron los miedos, las añoranzas, las rutinas que le dejaban suficiente espacio en la mente para pensar. Demasiado tiempo encerrado entre cuatro paredes para quien había perdido la costumbre de la paciencia. Tuvo que salir a buscar un poco de algo que salpimentara la miel. Los sentidos se le habían atrofiado en la suave corriente que compartía con ella. Se marchó de madrugada. Aprovechó el momento del sueño confiado tras la felicidad del cuerpo.

Lo atraparon a mediodía, magullado, medio ahogado entre los juncos de una charca. Los sentidos se le habían atrofiado en la suave corriente que compartía con ella, dejándolo expuesto, no sólo a sus enemigos, sino también a su propia humanidad. Le dieron a elegir: eligió traicionarla para sobrevivir. Mientras la detenían no dejaba de buscar en ella una señal de odio, pues él se odiaba por haberle hecho algo así. Pero permaneció altiva e inexpresiva, sin oponer resistencia. Una lágrima asomó a sus ojos el único instante en que dirigió la mirada hacia él, queriendo arrancarle el alma al tiempo que le regalaba la suya. Ese “te perdono, lo entiendo todo” expresado sin palabras, hizo que se sintiera peor todavía, como si le arrancaran un pedazo.

El viejo llega al pueblo cuando ya casi se ha puesto el sol. Ella está en la puerta, esperándole, oliendo a canela y jazmines. De alguna forma ha sabido que venía. Lo sigue con la mirada mientras se acerca. Cuando llega a los escalones, alarga la mano para coger sus margaritas. Las huele mientras él amedrenta el aire que queda entre ellos. Se funden en un abrazo largo, un abrazo con todo el cuerpo, un beso que los hace temblar como la primera vez. El tiempo se para: es niño de nuevo. Mientras atraviesan la puerta ella dice: “creo que podría quererte siempre”. Y el viejo, sonriendo, se pellizca.


Nos despedimos escuchando "Satin Doll" de Duke Ellington. Y ESTA VEZ HAY RETO: EL ANIMAL IMAGINARIO. En breve lo pondré aquí para que tengáis todos los datos.

¡Os espero en la próxima jitanjáfora!
¡¡Besiños!!
APOLONIA