MI PEQUEÑO HOMENAJE A NEIL GAIMAN
Se resisten. Nos resistimos. No queremos que todo muera, que los árboles hagan suyas las casas que tanto trabajo nos costó construir, en pelea con el viento, con la lluvia, con el frío, con el hielo de las madrugadas. Estamos viejos y solos. Cada vez quedamos menos. Nos habíamos resignado a lo que parece inevitable, pero ahora todos estamos de acuerdo en que no es una locura tener esperanza. No se pierde nada por intentarlo. Lo más importante es que creamos en ello, que creamos que es posible. Y lo creemos. Vamos a soñar, juntos, todos a una, y todos lo mismo. Volverá a ser como antes, porque los sueños dan forma a la realidad. Me lo contó mi nieto. Me contó que antes el mundo era de los gatos, que eran gigantes, que hablaban, pensaban, y que nosotros éramos sus esclavos. Que un día un hombre se dirigió a los demás hombres y les dijo: “¡Soñad! ¡Si lo soñamos los suficientes ocurrirá”. Y ocurrió. No hicieron falta muchos. Soñaron y al día siguiente las cosas cambiaron. No soñaron el mundo con la forma que tiene ahora, sino que soñaron el mundo de forma que siempre fue como es ahora: los gatos pequeños, los humanos los dueños. Cambiaron el universo desde el principio de todas las cosas hasta el fin del tiempo. No hacemos falta muchos. El sueño de unos pocos viejos. He corrido la voz y esta es la noche. El pueblo entero duerme, la montaña entera duerme. Falto yo. ¡Soñad! Porque todas las noches los sueños crean el mundo y esta creará el nuestro. ¡Soñad! Esta noche seremos los suficientes y mañana las cosas habrán cambiado. Vamos a soñar para que mañana el universo, nuestro universo, nuestro pueblo, nuestra montaña y nosotros mismos, sean y seamos como debería ser, porque habrán y habremos cambiado desde el principio de todas las cosas hasta el fin del tiempo. Soledad, abandono, vejez y decrepitud desterradas. ¡Soñad! Los sueños dan forma al mundo. El sueño de unos pocos viejos.
Se resisten. Nos resistimos. No queremos que todo muera, que los árboles hagan suyas las casas que tanto trabajo nos costó construir, en pelea con el viento, con la lluvia, con el frío, con el hielo de las madrugadas. Estamos viejos y solos. Cada vez quedamos menos. Nos habíamos resignado a lo que parece inevitable, pero ahora todos estamos de acuerdo en que no es una locura tener esperanza. No se pierde nada por intentarlo. Lo más importante es que creamos en ello, que creamos que es posible. Y lo creemos. Vamos a soñar, juntos, todos a una, y todos lo mismo. Volverá a ser como antes, porque los sueños dan forma a la realidad. Me lo contó mi nieto. Me contó que antes el mundo era de los gatos, que eran gigantes, que hablaban, pensaban, y que nosotros éramos sus esclavos. Que un día un hombre se dirigió a los demás hombres y les dijo: “¡Soñad! ¡Si lo soñamos los suficientes ocurrirá”. Y ocurrió. No hicieron falta muchos. Soñaron y al día siguiente las cosas cambiaron. No soñaron el mundo con la forma que tiene ahora, sino que soñaron el mundo de forma que siempre fue como es ahora: los gatos pequeños, los humanos los dueños. Cambiaron el universo desde el principio de todas las cosas hasta el fin del tiempo. No hacemos falta muchos. El sueño de unos pocos viejos. He corrido la voz y esta es la noche. El pueblo entero duerme, la montaña entera duerme. Falto yo. ¡Soñad! Porque todas las noches los sueños crean el mundo y esta creará el nuestro. ¡Soñad! Esta noche seremos los suficientes y mañana las cosas habrán cambiado. Vamos a soñar para que mañana el universo, nuestro universo, nuestro pueblo, nuestra montaña y nosotros mismos, sean y seamos como debería ser, porque habrán y habremos cambiado desde el principio de todas las cosas hasta el fin del tiempo. Soledad, abandono, vejez y decrepitud desterradas. ¡Soñad! Los sueños dan forma al mundo. El sueño de unos pocos viejos.
APOLONIA
7 comentarios:
Dices que los sueños dan forma al mundo. A ver si conseguimos que la literatura dé forma a nuestros sueños.
Me gusta tu cuento.
Creo que las dos cosas va unidas "grupo de chiflados". No soy yo quien dice que los sueños dan forma al mundo. Lo dijo el creador de "El sueño de un millar de gatos", y no fue el primero. Yo creo en ello. La literatura y los sueños van de la mano, y de la mano de la vida. Dicen por ahí que "somos lo que pensamos". Yo añadiría que los sueños tienen que ver mucho con eso.
¡Besiños!
Por cierto, ¡me alegro qué te guste el cuento! :)
Leido por tí me gustó. Ahora que intento leerlo aquí se me hace muy dificil, no se si será porque llevo toda la mañana ante el ordenador.
Pienso que si lo hicieras completando los párrafos y dejando puntos y apartes sería mas fácil, sobre todo para los que, como yo, se nos amontonan las letras y nos cuesta un poco.
Soñad, soñad, soñemos todos juntos. Uno por uno soñando en soledad, no conduce a nada, mas si mi sueño es compartido habré alcanzado la gloria de haber hecho soñar a mis amigas y amigos.
Malo será que tan solo sueñen los niños o nuestros mayores...
¡soñad!
nunca intentará despertaros la verdad.
sólo a la mentira le molesta el sueño, de los demás.
un saludo.
Fefo: quizás tienes razón. Soy algo caótica a veces con la puntuación. Lo meteré al cajón de "revisar". Gracias.
Pepín: no no no no... no sólo sueñan los niños y los mayores. ¡Soñamos todos! Y más nos vale empezar a soñar de verdad, juntos y en voz alta.
Artadi: preciosas palabras. Me las quedo para rumiarlas. Gracias.
Besos a todos.
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