El VIGÉSIMO programa.
EL MARQUÉS DE SADE
Cuando se ha perseguido a un escritor durante más de 150 años como si fuera un personaje cruel e inhumano, se espera, en lo que concierne a la descripción de su vida, algo así como la biografía de un monstruo. Pero la vida del marqués de Sade resulta mucho menos aberrante de lo que uno teme y lo que realmente puede calificarse de espantoso es el destino que le acechó mientras vivía.
Walter Lenning, Biografía del marqués de Sade (primer párrafo)
Walter Lenning, Biografía del marqués de Sade (primer párrafo)
DADLE AL PLAY:
“El amor por la lectura es algo que se aprende pero no se enseña. De la misma forma que nadie puede obligarnos a enamorarnos, nadie puede obligarnos a amar a un libro. Son cosas que ocurren por razones misteriosas, pero de lo que sí estoy convencido es que a cada uno de nosotros hay un libro que nos espera. En algún lugar de la biblioteca hay una página que ha sido escrita para nosotros”.
Alberto Manguel
¿Algún libro importante en vuestras vidas? ¿De esos que asociáis con una vivencia? Por ejemplo... yo leí "cien Años de Soledad" a medias con XCar cuando nos conocimos por los parques de Zaragoza... el del Manicomio, el parque Grande, tirados en la hierba y en los bancos... ainsss que tiempos...
Diego Sangrós: "El retrato de Dorian Gray". Lo leí y me sucedian cosas relacionadas con el libro. Algo parecido a "La historia interminable" de la satisfacción de los sentidos. "El centauro en el jardín" y comprendí lo que significa ser distinto
Yolanda Villajos Manzanedo: Un mundo feliz A.Huxley...me da miedo!
Vampi Monahan: Hace mil años me leí "La insoportable levedad del ser". Aún me sigue ayudando a entender y a sobrevivir en este fabuloso mundo de las relaciones complicadas! XDDD Y el cómic "The Sandman" es válido para cualquier crisis existencial. Si no la tienes, te la provoca instantánemente!!! :)
M Felipe Gil Marín: El Hobbit... El primer libro que compre... Tenia menos de... 12 años... El Sr. de los Anillos... El verano de mis "dulce" 14... La historia interminable... Lestat El Vampiro... Dracula... Stardust... El Club de la Lucha... Y tantos que estan aun por venir...
Manuel Domínguez Añón: el jinete polaco,por mis padres, ulysses, porque todavía tengo la boca abierta, luz de agosto, por un amigo, y el fantasma de palacio, por ser el primero
Burbu Burbuja Supernena: "L'incal noir" de Moebius y Jodorowsky, me lo trajo mi tío que entonces vivía en Francia y todavía lo guardo como un tesoro. Y todos los libros de Ray Bradbury que coleccioné a medias con Víctor cuando nos conocimos, casi todos de segunda mano.
Inda, Indalecio: Para mi colaboración para Jitanjáfora voy a hablarte del libro "La voz dormida" de Dulce Chacón. Intentaré resumir un poco porque es largo. Lo empecé a leer a recomendación de mi madre en los años estos que estaba trabajando fuera de casa de un sitio para otro. Entonces me mandarón a trabajar a la zona de Mérida y como me quedaba en el centro de la zona me quedé en Zafra e iba leyendo a raticos por la noche. Un día me dió por leer la biografía de la contraportada de la Chacón y ¡oh casualidad,designio del destino! resulta que la Chacón es de Zafra. Cuando iba a terminar el trabajo ¡oh casualidad, triste designio del destino! que rompí el coche por un camino (la única vez y de la forma más tonta). Me mandaron a arreglarlo al pueblo de al lado, los Santos de Maimona, de donde era una de las protagonistas del libro y había de pasar por uno de los sitios que mentaban (el puente por donde le tiraron a los hijos durante la guerra o algo así). Lo que parecía una casualidad positiva era que entre un trabajo y otro tenía cuatro días entre medio que coincidía que operaban a mi padre y podía ir sin tener que estar pidiendo complicados permisos y relevos. Pero el coche no lo podían arreglar hasta dentro de varios días por falta de una pieza, así que me busqué la vida para volver en tren. No me acuerdo donde iba con el autobús para coger el tren, pero al ir a subir al autobús no me hacía ni caso el conductor, así que pasé al fondo. A lo que me di cuenta estábamos en Badajoz y yo sabía que por allí no había que pasar, así que pregunté a los de delante yme dijeron que tenía que haber parado en Almendralejo, que si no me lo había dicho el chófer,pero ¡oh funesto sinsabor del destino! el chofer no me había hecho ni puto caso, con lo que tuve que volver sin tiempo para ir y volver a Zaragoza en tiempo de la operación, quedando aislado en el pueblo de origen de la autora del libro.
Esto es, más o menos, es un chorrazo, pero es que semejante cúmulo de casualidades no es normal, además con el bajonazo de una cosa y lo triste que es el libro casi entro en estado de depresión, además ya con el coche arreglado me fui el fin de semana a Huelva capital que es donde iba a trabajar y es una ciudad tan fea que es depresiva en si.
El caso es que durante estos años se me daban muchas casualidades y las cosas parecía que pasaban por donde iba yo. Por ejemplo cuando estuve en Sort y la Pobla de Segur en el Pirineo de Lérida me llevé un libro de desertores también el la guerra civil y eran muchísisimos casos en esa zona, que se pasaban a Francia. Luego, cuando estaban los ladrones esos en la cárcel de Alhaurín de la Torre yo iba a la subestación de Red Eléctrica de esa localidad. También cuando pusieron la bomba en el cuartel de Durango adivina donde paraba yo muchos días a tomar café. ¡eh! ho pienses mal, que yo no arreglo mis problemas con bombas. Dejo que se pudran hasta que salen de la forma más lamentable. (esto último es broma pero me gusta como queda).
CUENTO
(Música de fondo La mer de Debussy )
Cinco minutos
En estos momentos tengo cinco minutos tranquilos. Nada mejor para pasarlos que imaginarla, y olerla. Tengo su olor grabado. No su perfume, ni el perfume de sus cremas, sino el suyo, el que desprende desnuda sobre la cama después de haberla hecho sudar y que me haya hecho sudar ella a mí. Habrá pasado un rato en la fábrica, como todos los días, organizando el trabajo allí abajo antes de subir a su oficina, y aunque dice que esas cosas le parecen irreverentes delante de según que gente, después de cómo la he despertado seguro que estaba pensando en echar otro polvo conmigo. Le encanta estar rodeada de hombres, entre vigas y tornillos, y pensar en ser embestida por mí. Me lo confesó con cara de niñita buena el otro día después de hacerme la mamada del siglo mientras nos dábamos un baño juntos. Con cara seria y aire marcial, enfundada en esa falda negra que le marca un culo de campeonato, habrá recordado mi erección, con el coño ardiendo y los pechos en pie de guerra. Qué grande mi pequeña Elena, dando órdenes a un montón de tipos que no tienen ni idea de lo follable que es, que ni se imaginan que esa especie de señorita Rottenmeyer, mientras les dice lo que tienen que hacer y la odian por ello, está imaginando que juego con su culito, que lo hago mío, que le gusta y me pide más y más. Que está recordando que de madrugada la he despertado abriéndola de de piernas y he jugado con su clítoris haciéndolo retroceder y buscarme, buscarme y retroceder, hasta que me ha pedido por favor que la follara de una jodida vez.
Quiere organizarse para poder verla en Enero. Le gustaría hacer un viaje con ella, salir de la ciudad, descubrir sitios. Ir a algún lugar en el que no hayan estado ninguna de las dos y tener orgasmos en cada rincón. Me pone muy bruto imaginarlas juntas. Como aquella noche. Y qué bruja es, porque me puso ojitos y se abrió la blusa mientras me decía con esa boca suya tan roja que tendría que ser un viaje corto, porque no tardaría en echar de menos mi polla. No me importa que se haya liado con Carla. Sigo siendo capaz de ponerla cachonda por la noche y por la mañana, pero me consta que necesita divertirse, como yo. También las podría convencer para irme con ellas. Aquella noche, los tres,... no estuvo nada mal. Quizás habíamos bebido demasiado, pero las copas me parece que no fueron más que una excusa. En el fondo, aún sin haberlo hablado, sabíamos lo que iba a acabar pasando. No fue ninguna sorpresa despertarnos en plena resaca a la mañana siguiente en un revoltijo de brazos y piernas, sonrientes y con los cuerpos calientes. Siempre había querido hacer un trío, y ellas también.
Seguro que la pobre lleva un calentón tremendo. Me temo que se ha ido con ganas de más guerra, pero sino llegaba tarde. Aún me acuerdo cuando me dijo que se estaba viendo con Carla. Le costó decírmelo porque pensaba que me sabría malo o que me cabrearía. Yo creo que pensaba que andábamos también follando a sus espaldas. Ya sabía que se veían, y le dije que yo también me veía con ella. Menuda mujer que es. Creo que tiene motor para los dos, por separado, juntos o revueltos con otros tantos. Lo único que me jode es que no haya vuelto a repetirse el trío. Ellas andan todo el día enviándose mensajitos que las alteran, que les hacen clic en la cabeza y les desatan las fantasías y los deseos. A veces incluso, sus cuerpos se adelantan al clic de sus cabezas, y descubren que sus bragas están mojadas antes de ser conscientes de que se me han puesto cachondas. Y yo me aprovecho de ello por partida doble. Al principio era una sensación extraña, pero no veas lo bien que sienta encontrarse dos coños calientes y ya húmedos, con urgencias, y casi todos los días. Desde luego que no me importa que se hayan liado, aunque me gustaría volver a tenerlas a la vez a mano, y pasar de la una a la otra a placer o mirarlas mientras se tocan y se lamen ellas. Eso sí que me pone bruto.
Mierda, el jefe, ¿qué demonios querrá?, ni cinco minutos tranquilos. A ver si ésta se quiere relajar un poco, porque llevo una empalmada difícil de disimular. Espero que nadie se de cuenta. Vaya, Elena le ha mandado un mail a Carla y me lo reenvía. Mi jefe puede esperar dos minutos más. A ver qué le dice: “¿Qué te parece si intentamos escaparnos un fin de semana a algún sitio y cambiamos de escenario?. ¿Qué prefieres, solas o acompañadas?. Es por contar o no con él, que ya sé que tampoco le harías ascos. Ya me dirás. Creo que los tres andamos fantaseando con repetir lo de aquella noche”.
Joder Carla, ¡dile que acompañadas!. Estoy deseando que me hagáis de todo, y hacéoslo yo también a vosotras. Pero ahora será mejor que trabaje un poco. Venga Pablo, abróchate la chaqueta, y deja de pensar en Elena sin bragas y en Carla de rodillas. Un mensaje. Mi jefe debe haberse cabreado. Joder no, que es de Carla: “¿Nos escapamos este fin de semana los tres a algún sitio y cambiamos de escenario?”.
Nos despedimos escuchando "Satin Doll" de Duke Ellington.
¡Os espero en la próxima jitanjáfora!
APOLONIA
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