Nunca se olvida el arte de tejer mundos en las estrellas,
de tener la luna dentro de la cabeza...
y en mi cabecita siempre hay luna llena...

miércoles, 27 de julio de 2011

JITANJÁFORA 17: PORTUGAL

Domingo, 24 de JULIO de 2011
El DECIMOSÉPTIMO programa. 
PORTUGAL

DADLE AL PLAY:



José Saramago
La caricatura es de AQUÍ


José Luis Peixoto


Este domingo, último domingo de la temporada, estuvimos hablando de Portugal y sus escritores. Concretamente del conocido José Saramago y de José Luis Peixoto, mucho menos conocido. Os recomiendo cualquiera de los libros de estos dos maravillosos creadores. En el audio os doy el título de algunas de sus obras.

Teníamos RETO: La última frase.
Aquí tenéis las colaboraciones:

LA ÚLTIMA FRASE
Lo contrario al escalón: hoy escribiremos con brújula. Para ello tenemos que saber a donde nos dirigimos -> escribir a partir de un final.
El reto consiste en escribir la frase final. Una sola frase.

Ejemplo: XCar
Y cuando se fue el párroco, todos en el pueblo volvieron a ponerse sus disfraces de pollo y bailaron y cantaron hasta que el alcalde se dio por satisfecho.

GOE
y al final mueren todos

DANI GARCÍA NIETO
Dolorido, se tumbó en el centro de la habitación y pensó: “Termina el día y no todo está perdido”. Cuando Mary Jane se enredó en sus pensamientos, el joven Peter se durmió.

MARÍA JESÚS BURBU
"El portón del penal retumbó tras ellas al cerrarse
–Oye ¿Y si se han confundido?
-¡Corre!
Cogidas de la mano no dejaron de correr hasta llegar a la estación de tren.”

SANTIAGO BLASCO
Como veis, mi historia ha sido muy confusa y lo único que me ha quedado claro es que las peores mentiras se dicen con las mejores palabras.

ROBIN JUD
"Solo quedaba una papeleta por leer. Una sola. Pero a esas alturas, no quedaba nadie en la plaza: los niños, nadando en el río; los abuelos, bailando en la plaza; las parejas, retozando en la era. Un soplo de cierzo hizo volar el sobre,... y nadie corrió a buscarlo".


De fondo, la música de Mariza, cantante de fados.

Marisa Dos Reis Nunes

Teníamos RETO: La última frase.
Aquí tenéis las colaboraciones:

LA ÚLTIMA FRASE
Lo contrario al escalón: escribir con brújula. Para ello tenemos que saber a donde nos dirigimos -> escribir a partir de un final.
El reto consistía en escribir la frase final. Una sola frase.

Ejemplo: XCar
Y cuando se fue el párroco, todos en el pueblo volvieron a ponerse sus disfraces de pollo y bailaron y cantaron hasta que el alcalde se dio por satisfecho.

GOE
y al final mueren todos

DANI GARCÍA NIETO

Dolorido, se tumbó en el centro de la habitación y pensó: “Termina el día y no todo está perdido”. Cuando Mary Jane se enredó en sus pensamientos, el joven Peter se durmió.

MARÍA JESÚS BURBU

"El portón del penal retumbó tras ellas al cerrarse
–Oye ¿Y si se han confundido?
-¡Corre!
Cogidas de la mano no dejaron de correr hasta llegar a la estación de tren.”

SANTIAGO BLASCO

Como veis, mi historia ha sido muy confusa y lo único que me ha quedado claro es que las peores mentiras se dicen con las mejores palabras.

ROBIN JUD

"Solo quedaba una papeleta por leer. Una sola. Pero a esas alturas, no quedaba nadie en la plaza: los niños, nadando en el río; los abuelos, bailando en la plaza; las parejas, retozando en la era. Un soplo de cierzo hizo volar el sobre,... y nadie corrió a buscarlo".

CUENTO
(Música de fondo La mer de Debussy )

DE CONSUELOS Y TOMATES
Violeta, así dijo que se llamaba, apareció al segundo día paseando su descaro por entre los puestos de la feria, comiéndose un tomate a mordiscos. Ojos verdes enmarcados en noches profundas, aros de vértigo en las orejas, mil anillos, mil colgantes, casi descalza.

Anunció su llegada con el tintinear de las monedas que adornaban sus pulseras y pañuelos, dejando que el viento de la mañana jugara con sus faldas, que nos trajera su perfume de madera y almizcle. Caminaba despacio, sin prisa, miraba todo con curiosidad, saludaba a todo el mundo. Conquistaba las luces.

Gitana de piel blanca. Al verla aparecer pensé en mentiras, en cuentos, en mentecatos, en necios, en marujas desesperadas por escuchar que su vida no era un enorme fraude construido por ellas mismas. La miraba bajar y ya no podía pensar en nada.

Era temprano cuando llegó. A primera hora, con todo a medio montar, la feria cerrada todavía, la gente preparándose para salir a la calle. Dormido como estaba, ella me despertó de golpe. El café que acababa de tomar quiso volver a la taza, la cabeza me empezó a dar vueltas, el pulso se me aceleraba por momentos, las manos me sudaban a pesar del frío. Miré a la gente de los demás puestos. Muchos pensaban, como yo, que había llenado la calle por completo. Casi bailaba al caminar, y su impúdica forma de saborear el tomate, nos tenía a todos atontados.

“Cucharas de madera”, rezaba el rótulo de mi parada. Quería decirle algo, que me mirase, que se fijase en mí. No sé cómo, pero conseguí reunir el valor suficiente para preguntarle: “¿Me lees la buena ventura a cambio de una?”. Ella me contestó: “Pues claro chico, toda buena bruja necesita una buena cuchara para remover el caldero.” Guiñó un ojo al tiempo que desde el otro lado de la calle me lanzaba una carcajada alegre. “¿Y bailarás esta noche conmigo?”, me atreví a añadir, envalentonado por su frescura. Dibujó una sonrisa con la mirada mientras decía: “bailaré con todos.”

El día transcurrió tranquilo, entre ventas, cambalaches, trueques y risas. Violeta iba de puesto en puesto, sólo miraba, sin comprar nada. Hacía risa del aire que soplaba dejando tras de sí el desastre de un revoltijo de cosas viejas. De esas cosas que permanecían abandonadas en un orden desordenado, invisibles hasta que el viento las puso al descubierto haciéndolas desfilar a la fuerza por las calles.

Esperó a que llegase la caída de la tarde. Entonces preparó su mesa, justo enfrente de mí, lanzándome insolentes guiños al tiempo que extendía la tela tejida de sueños ajenos, mientras encendía las velas. Se puso a barajar las cartas. El sol bajaba. Una pequeña luna se acercó. Le preguntó: ¿me haces magia? Violeta le señaló la silla a la pequeña luna, y la pequeña luna sonrió.

Muchos de los que se sentaron ni siquiera querían que les leyese las cartas o la mano, sino contar su vida a una desconocida que no les juzgase. Era buena en eso. Yo la observaba entre las cucharas. No era ni de lejos parecida a las otras que había conocido en mis vagabundeos. Algunos se pusieron nerviosos, porque cuando estaban hablando con ella, les prestaba toda su atención, mirándolos directamente a los ojos. Era como si quisiera entrar en sus cabezas y mirar sus mundos desde dentro. Aquella gitana sabía escuchar como nadie.

Llegó la noche. Aún quedaban algunas almas en pena que se acercaban temerosas en busca de la bruja buena. Se había corrido la voz de que la gitana de piel blanca, la del vestido verde y los ojos chispeantes, regalaba consuelos. Yo también quería el mío, y esperaba que lo que me había atrevido a ofrecerle a cambio, lo único que podía darle, fuese suficiente.

Ella los atendió a todos, aunque yo sabía por sus guiños que tenía ganas de irse a bailar, de dejar que los pies la llevasen a todas partes. De bailar con todos como me había dicho por la mañana.

Los puestos cerraban y la oscuridad se adueñaba de todo. Cuando el último de los últimos se marchó, ella se quitó el pañuelo de la cabeza agitando el pelo. Yo me acerqué con mi mejor cuchara y el tomate más rojo que pude encontrar. Me traspasó con sus ojos. No me había equivocado: sabía mirar.
-¿Te quedan fuerzas para uno más? -le pregunté.
-Claro chico, quiero mi cuchara –contestó ella.
Se puso de pie, cogió la cuchara, cogió el tomate, y los dejó sobre su mesa.
-Dame las manos.
-¿Las dos?
-Las dos chico.
Ninguno dijo nada. Ella, con los ojos fijos en mis manos, se echó a llorar en silencio. El viento hizo tintinear las monedas que adornaban los pañuelos, las pulseras,... Me envolvió en su perfume de madera y almizcle, mientras veía toda mi vida condensada en cada una de sus lágrimas.

Entonces, cogió el tomate, levantó la vista hasta mis ojos, le dio un mordiscó y, sin dejar de mirarme, me lo ofreció.


Nos despedimos escuchando "Satin Doll" de Duke Ellington. ¡Feliz verano a todos!

¡Os espero en la próxima etapa de jitanjáfora!
¡Con novedades!
¡¡Besiños!!
APOLONIA

3 comentarios:

Goe dijo...

Hum…esta vez el cuento deja ganas de más, de algún modo parece inconcluso

¿Por qué llora Violeta? No lo entiendo.

Y otra cosa: has puesto las ultimas frases dos veces. Por cierto la mía es la peor con diferencia pero bueno…no me extraña ya que esta vez no me lo curré nada xD

latro dijo...

De Saramago sólo he leído "Ensayo sobre la ceguera", que me gustó mucho. Sin saberlo, el Nobel escribió una historia sobre zombis. La premisa es muy parecida, ¿no?
Y pasando a los comics, "La peor banda del mundo", del portugués José Carlos Fernandes es pura poesia. Si no los has leído, te encantarán.
Te los paso con mucho gusto si quieres.

Apolonia dijo...

Hola chicos, perdonad el retraso en responder... las vacaciones, la vuelta al trabajo, la vagancia, ...

Goe: ¿cómo que por qué llora Violeta? Eso lo tienes que decidir tú. Y sí, el cuento deja con ganas de más porque es un final abierto. Tienes que imaginar tú el resto, ;)
Gracias por avisar que he puesto las colaboraciones dos veces... aunque me temo que hasta la semana que viene van a tener que seguir así... Besicos!!.

Latro: ¡un gusto verte por aquí! Ensayo sobre la ceguera lo he leído y me puso los pelos de punta. A José Carlos Fernandes no lo conozco, pero apuntado queda, ¡gracias! Ya te contaré, que yo soy de las que se leen casi todo. Besicos!!